“Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes habíamos ofendido y estuvimos dispuestos a reparar el daño que les causamos”.
Paso 8 de los 12 pasos de Alcohólicos Anónimos.
Llevamos el mes de noviembre dedicado al análisis de las marchas, pero es que sin duda resulta, por decir lo menos, divertidísimo ver como el debate de la oposición por la marcha siguen siendo los números y el tema del INE.
Los politólogos de café, de un lado y del otro, se han rasgado las vestiduras haciendo cábalas y teorías estérico checoslovacas sobre el resultado de ambas manifestaciones ciudadanas, si aunque no les guste las dos marchas concentraron personas, hombres y mujeres cuyo sentir, ideas y concepto de País pueden no ser el mismo pero son ciudadanos mexicanos ejerciendo una libertad, uno de los principales derechos humanos consagrado en nuestra Carta Magna, el de manifestación libre y pacífica y con este el derecho a la libre expresión de las ideas; eso digamos es el punto de encuentro la similitud.
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Lo otro es la postura ideológica o el liderazgo que acompaña a dichas marchas, la primera la de la “defensa del INE”, tenía como amalgama de los asistentes un tema, una idea una lucha que por décadas muchos hemos dado, que aunque no es del todo cierto, la base era la defensa de las instituciones democráticas, aunque no haya más tema ni tampoco líder o liderazgos sobre los que se aglutinen quienes estuvieron en dicha manifestación.
En el caso de la manifestación para celebrar los cuatro años del inicio de la transformación, los caminantes encontraron el punto en un hombre, Andrés Manuel López Obrador, que arropado por ellos y con la serenidad de quien sabe lo acompañan los suyos camino en un remolino humano durante cinco horas.
Esa es la diferencia, en una al diluirse el tema se acaba el pegamento, mientras que en la segunda el cemento que los junta sigue fraguando, en activo y sellando las fisuras, generando con ello una masa que camina junta.
Ingenuo sería no pensar que ambas manifestaciones no tienen tintes políticos electorales, claro que los tienen, solo que de un lado –en la del INE- no hay figura que sume esas voluntades, no hay quien les genere animo que traduzca esa diferencia en votos, ya que en su mayoría jamás votarían de nueva cuenta por el PRI o por el PAN, -aún está a flor de piel el hartazgo por todo el daño causado-, o por un candidato salido de ellos. Tan es el caso que andan queriendo cachar a Monreal.
Por el otro lado la propia figura de López Obrador es el cemento que amalgama y que mantiene unidos a sus seguidores en torno a él y a los suyos o lo que el representa por medio de ellos, por lo que el dedito que dice no en el momento que señale habrá de traducirse en faro guía para los feligreses, o cuando menos ese es su cálculo.
Insisto no es el número.
CONCLUYENDO, (las teorías).
- Dice la oposición que la marcha en “defensa del INE”, es el preludio de habrán de ganar las elecciones presidenciales del 2024, pues con la pena pero para variar se equivocan y grueso; en primer lugar las personas asistieron por una causa no por un líder o lideras, en segundo la causa no fue política fue ciudadana; por ello ningún presidente de Partido o Partido Político alguno a podido robarse el mérito de la marcha o aún menos en ella encabezarla, hablar o ya de perdis sacar una manta.
- Dice la oposición que el presidente no habló del INE porque sabía que estaba perdida su reforma, otra vez están perdidos, el Presidente no hablo del INE pues su manifestación fue la muestra de la fuerza del personaje y ya había anunciado que iba por su plan “B” de reforma.
- Dicen que fueron acarreados y que no eran correligionarios, pues ya quisieran muchos esos acarreados, acarreados que caminaron con él, lo protegieron y lo respetaron y perdón pero al día de hoy no conozco otro Presidente que se atreva a tal cosa y menos si fuera la gente obligada.
- Si la oposición quiere ganar lo primero que debe hacer es concentrarse en tener tema y proyecto, que aunque diga lo contrario no lo tiene; o en serio, en serio piensan competir con lo que han enseñado.
- De ejemplo tenemos lo que cuentan que va a pasar en San Luis donde se presume un acuerdo con Marko Cortés; presidente Nacional del PAN, en el cual el actual Alcalde Capitalino repite en la Presidencia Municipal e el esquema coalición con el PAN, al Senado un Panista calculando ser la primer minoría y quedarse con la alcaldía. La pregunta aquí es sencilla ¿los panistas capitalinos volverán a dar su aval al PRI en la piel de Galindo?, ¿en verdad creen que el Gobernador Gallardo es la mona de los cerillos?
Pues bueno, así las teorías esotérico checoslovacas, pero en fin, al tiempo.
