Llega otra carta bomba pero no ocasiono daños en la embajada de Ucrania en Madrid

La Policía Nacional y la Guardia Civil está evaluando quién o quiénes podrían estar detrás de las cartas

En Madrid el área de seguridad de la embajada de Ucrania interceptó una segunda carta con material pirotécnico, se trata de la séptima recibida y todas con similares características.

Es decir, con pólvora que ni siquiera es considerado explosivo debido a su escasa potencia.
La Policía Nacional recibió el aviso la tarde de ayer y de inmediato la sede diplomática, ubicada en el barrio de

Hortaleza, fue acordonada, como indica el protocolo antiterrorista. El sobre no provocó ningún tipo de daño

Por otra parte, el ministro del Interior de España, Fernando Grande-Marlaska, lanzó un mensaje de tranquilidad tras el envío de las siete cartas, una de ellas a la casa presidencial de La Moncloa. Además, descartó que hubiera fallos de seguridad y dijo estar en espera de los resultados de la investigación.

Grande Marlaska destacó la “profesionalidad y eficacia” de la Policía y la Guardia Civil, y apuntó que espera tener resultados positivos en un corto periodo de plazo en la investigación. Recordó que está siendo compleja y que fue asumida por la Audiencia Nacional Española.

La primera carta llegó el 24 de noviembre a La Moncloa y fue interceptada por los servicios de seguridad.
Llegó una más a la Embajada de Ucrania y otra a una fábrica de armamento en Zaragoza.

El jueves tres más: en el Ministerio de Defensa, la base aérea de Torrejón de Ardoz y la Embajada de Estados Unidos.

Ayer viernes una nueva carta en la Embajada de Ucrania, idéntica a las anteriores y con manchas de sangre que no provocó daños.

Las primeras investigaciones señalan que las cartas son de fabricación casera, al igual que el componente pirotécnico que contenían, y que ni siquiera se puede considerar como explosivo por su escasa potencia.

Todas las cartas coinciden en la letra rotulada y en el número de serie de los timbres postales.

Los sobres fueron enviados desde un lugar de España. Mientras tanto, la Policía Nacional y la Guardia Civil está evaluando quién o quiénes podrían estar detrás de estas cartas.