Artista deja increíbles mosaicos hechos de piedras por toda Tailandia

El artista británico Justin Bateman crea obras de arte impermanentes utilizando piedras y guijarros.

Usando el paisaje natural como su lienzo, el artista británico Justin Bateman crea obras de arte impermanentes a partir de guijarros y piedras que encuentra en el camino.

El artista ahora vive en Chiang Mai (Tailandia), donde deja detallados retratos de de rocas en playas, bosques, vías férreas y montañas.

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Cada piedra de color natural actúa como una pincelada individual que forma parte de la imagen general. En Instagram, Instagram dice claramente: “Los guijarros son mis pixeles”.

Desde rostros famosos hasta obras de arte icónicas, cada pieza captura el carácter de su sujeto en una paleta de colores restringida de tonos pétreos.

Al utilizar guijarros encontrados, Bateman nunca planea sus retratos por adelantado. Más bien deja que las propias piedras dicten la composición de la obra.

“El arte debería ser siempre ilimitado, pero en sus límites encuentro la libertad”, dice. “Lo bonito de este proceso es que no tengo ni idea de cómo va a quedar una obra cuando empiezo”.

Muchos de los retratos de piedras de Bateman tardan varios días en completarse, pero el artista no se apega a las obras.

Se inspira en las prácticas espirituales de los monjes tibetanos, que crean mandalas muy detallados con arena y luego los destruyen.

Esta práctica es un recordatorio de la impermanencia de la vida, un tema que Bateman también explora.

Para él, lo más satisfactorio de su trabajo es saber que la naturaleza acabará recuperando los materiales que utiliza. Dice: “Mi trabajo es impermanente; yo solo dejo huellas”.

Aunque cada imagen eventualmente desaparecerá, Bateman toma fotos de su trabajo como recuerdos digitales. Y por suerte para nosotros, esto nos permite admirar los impresionantes detalles de su obra.

Cada retrato de guijarros parece casi una fotografía en tonos sepia o en escala de grises, con sombras cálidas y luces pálidas representadas en las piedras.

Es increíble la profundidad y el detalle que Bateman consigue con simples guijarros.