Forjadora de la historia moderna de SLP.
La historia moderna de San Luis Potosí no se puede escribir sin hablar de la destacada labor de las Casas de Estudiantes “José Martí” (CEJM), creadas a inicios de los años 80as para apoyar a los estudiantes de escasos recursos deseos de continuar sus estudios a nivel medio superior y superior en la capital potosina. Este albergue estudiantil desde hace tres décadas brinda hospedaje y alimentación a bajo costo, a jóvenes provenientes del interior del estado que estudian en centros de educación media superior, en la UASLP, la Universidad Politécnica, Universidad Tecnológica Metropolitana, Tecnológico Regional y entre otros centros de nivel superior, las normales. Varios de éstos jóvenes son originarios de localidades sumamente marginadas de la Huasteca, Altiplano y Zona Media, que vienen a estudiar a la ciudad a falta de espacios educativos en sus comunidades. Todo con un noble propósito: labrarse una carrera para convertirse en profesionistas y servir mejor a su patria.
En los primeros años de la creación de las CEJM, éstas, se ubicaban en un inmueble que rentaban los jóvenes en la colonia Santa Fe, pero debido a la saturación de tanto muchacho que se hospedaba en ese lugar, en el año de 1983, ocuparon un edificio abandonado de lo que ahora es el restaurante El Antiguo Bocolito (que ahora funciona como un negocio exitoso de los moradores de tal albergue). Años después, también por la alta demanda de aspirantes a las CEJM, se cambiaron a un amplio inmueble ubicado en el lado poniente del Jardín de Tlaxcala, donde funciona su sección femenil y varonil. En la actualidad sigue brindando el servicio de hospedaje, alimentación y otros servicios a los estudiantes.
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Este albergue desde su fundación se ha sostenido con las modestas aportaciones de los beneficiarios y con la actividad de colecta pública que realizan los moradores a falta de apoyo oficial. Estos jóvenes, como en su momento sus fundadores; han estado vinculados con la sociedad, con el generoso pueblo potosino que los ha apoyado por más de tres décadas, por ello realizan actividades de gestoría y servicio social para impulsar el progreso y desarrollo de comunidades y colonias marginadas; enarbolando peticiones como el servicio del agua potable, drenaje, electrificaciones, escuelas, vivienda, etcétera. También han trabajado en campañas de alfabetización y de educación para adultos e impulsado la creación de escuelas en toda la entidad, que van desde el preescolar hasta el nivel superior, como la Normal “Camilo Arriaga” o la Universidad de Ciencias y Artes del Potosí, de estas dos últimas, varios profesionistas –ex moradores de las CEJM- trabajan como docentes. Y hoy, una cantidad importante de profesionistas que trabajan en empresas públicas o privadas en San Luis Potosí; como son ingenieros, doctores, abogados, maestros, arquitectos, enfermeros, administradores, etcétera, son egresados de este albergue estudiantil.
La historia y desenvolvimiento de las CEJM, está inmerso también en las luchas del pueblo potosino por la justicia social y en contra del autoritarismo de gobiernos despóticos, como lo fue el del ex gobernador Carlos Jonguitud Barrios, quien los reprimía con violencia y cárcel sólo por pedir atención a sus justas demandas, o de ex presidentes municipales retrógrados como Guillermo Pizzuto Zamanillo y Mario Leal Campos. También los estudiantes encabezaron la demanda de lecherías Liconsa en la entidad, petición que por su capacidad de movilización de miles de potosinos de las colonias pobres en la ciudad, se logró la atención del gobierno federal, y se instalaron decenas de lecherías en la capital y posteriormente en el interior del estado.
La historia de las CEJM está vinculada, encarnada en los anhelos y propósitos más nobles de los potosinos; entre los obreros, amas de casa, ambulantes, empleados pobres, domésticas, etcétera; entre los potosinos trabajadores y sencillos, no así en entidades del poder, que se ocupan mucho de escuchar a su séquito de aduladores y en “ensalzar su imagen”, antes que dar atención las demandas y necesidades de la ciudadanía; de entidades que consideran que los recursos públicos son de su propiedad y particular interés. Esto lo comento a raíz de una manifestación que llevaron a cabo los moradores de las CEJM frente a la Unidad Administrativa Municipal hace unos días, ante la política de oídos sordos y cerrazón de algunos funcionarios del ayuntamiento que no atienden sus peticiones. Protesta que molestó a quienes despachan en dicho inmueble, con el argumento de que no atienden a los que se inconforman o protestan.
Es que ahora en silencio y callados, es como se atenderán las peticiones de los estudiantes, y de la ciudadanía en general. ¿Es lo que quieren las autoridades, un pueblo callado y sumiso ante el poder?
¿Estaremos llegando, retrocediendo a las épocas más oscuras y retrógradas de la forma de gobernar en San Luis Potosí? Espero que no, los potosinos estamos hartos de los gobiernos autoritarios y déspotas, que sólo trajeron atraso e inestabilidad social y política en nuestra patria chica.