Definitivamente las ATP Finals no están hechas para Rafa Nadal o Nadal no está hecho para las Finals, según cómo se mire.
El caso es que por quinta vez en 11 participaciones, el balear perdió en su estreno (7-6 (3) y 6-1 en una hora y 37 minutos), en esta ocasión ante Taylor Fritz, estadounidense de 25 años y número 9 del mundo, que entró en el último momento en la Copa de Maestros, por la baja del uno, Carlos Alcaraz.
Fritz, debutante en el torneo, había ganado a Nadal este mismo año en la final de Indian Wells, aunque en aquella ocasión el español estaba lesionado (costillas). Rafa se vengó en Wimbledon y lo hizo con el abdominal roto.
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El día de ayer domingo, ambos se enfrentaron en igualdad de condiciones, al menos físicas, y volvió triunfar Taylor, que ha jugado más esta temporada y tiene más ritmo que el ganador de 22 Grand Slams.
“Me siento fenomenal. La pista está definitivamente rápida y eso me vino bien para el saque y el revés, para combatir el drive de Rafa”, dijo el americano.
Y así fue, porque no tuvo que enfrentar ni una sola opción de quiebre en contra, mientras que Nadal salvó tres en el primer set y su rival le hizo otras seis en el segundo, suficientes para pasarlo por encima con dos roturas.
Ahora, para depender de sí mismo, el manacorí no debe ganar el martes a Auger-Aliassime, que se estrenó con derrota ante Ruud (6-3, 7-6 (4) y 6-4 en 1h51).
El noruego se enfrentará a Fritz con la posibilidad de sellar un pase a las semifinales que se le ha puesto cuesta arriba al dueño de la academia en la que progresa.
Sin margen de error
A Nadal se le fue el partido tras un primer set en el que sacó bien, con primeros a una media de 192 km/h, y pese a ello sufrió para salvar un par de servicios.
No le ayudó acertar con un espectacular remate de espaldas que levantó de sus asientos a los espectadores del Pala Alpitour de Turín.
El desempate lo empezó con su primera doble falta y, a partir de ahí, todo se torció hasta que Fritz le dio la puntilla para poner un irritante 5-1 a su favor en la segunda manga.
“Me he quedado sin margen y como me decían en el cole, necesito mejorar”, reconoció Nadal, que cometió 28 errores no forzados y solo ganó 12 puntos al resto.
“La verdad es que estas no son las mejores condiciones para mí (pista dura cubierta y rápida)”, apuntó.
Aunque es un objetivo secundario para él, la posibilidad de volver a liderar el ranking se complica: pasa por que llegue a la final sin perder ningún partido más… o por ser campeón.
