A continuación, descubriremos cómo afecta a la calidad de vida de las pacientes y la manera en la que repercute en sus relaciones sexuales. Asimismo, daremos algunos consejos que serán de ayuda.
La vulvodinia es un malestar en la zona de la vulva que se caracteriza por presentar ardor, inflamación y un dolor pulsátil.
Suele afectar al 16 % de la población femenina.
Por eso, hoy queremos exponer información de interés sobre esta afección para poder encontrarle una solución lo antes posible.
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¿Cuándo se debe acudir al médico?
Las molestias en la zona de la vulva pueden tener diferentes causas.
Por ejemplo, limpiarse demasiado fuerte con el papel higiénico puede causar irritación y escozor. En ocasiones, tenerle alergia al látex (preservativos) también puede generar síntomas similares.
Sin embargo, vamos a ver cuándo debemos acudir al médico porque lo que en realidad nos está ocurriendo es que tenemos vulvodinia.
Pues, siempre es mejor un diagnóstico temprano.
Síntomas de la vulvodinia
El motivo por el que la vulvodinia es considerada un dolor crónico es debido a que tiene una duración promedio de 3 meses, tal y como señala un artículo publicado en 2018 en la revista Anales de la Facultad de Medicina.
Por ello, cuando las molestias que veremos a continuación se extienden durante más de 4 días, no debemos dudar en acudir al médico de inmediato.
Ardor: suele estar acompañado de sensación de escozor y de un dolor que podemos definir como pulsátil.
Picor: aparece una sensación de comezón que no se alivia de ninguna manera (lavando la zona con un jabón apropiado).
Dispaurenia: este término hace referencia a las relaciones sexuales dolorosas que suele presentarse cuando se sufre vulvodinia.
Es importante dejar claro que estos síntomas pueden aparecer de una manera constante o solo en momentos puntuales. Por ejemplo, al tocar la zona o mantener relaciones sexuales.
Sea como fuere, si estos se mantienen a lo largo de las semanas debemos comentárselo a nuestro médico de confianza.
Así nos podrá realizar un diagnóstico para empezar un tratamiento lo antes posible.