Peces robot pueden salvar a los mares de los microplásticos

Los plásticos diminutos son un grave problema para los océanos, por ello los científicos han desarrollado estos peces robots que podrían salvar a los mares

Los mares están en riesgo por el exceso de microplásticos que ponen en peligro la biodiversidad marina. Por ello, científicos chinos han desarrollado un pez robot que podría acabar con este problema.

¿De qué están hechos los peces robot?

Este increíble pez robot tiene una estructura móvil similar al nácar, una sustancia naturalmente fuerte y flexible que se encuentra en la superficie interna de las conchas de las almejas.

Mide 13 mm de largo, y su inteligente diseño le permite nadar en todas las direcciones; al utilizar la luz como fuente de energía, el pez robótico puede nadar hasta 2,67 veces la longitud de su propio cuerpo, por segundo.

Este material ayuda a que el pez pueda mover la cola y deslizarse por el océano, y por su buen desempeño buscan desarrollar su capacidad para bucear a mayor profundidad y extraer más microplásticos del océano.

¿Cómo atrae los microplásticos?

Los científicos de la Universidad de Sichuan en China, diseñaron este pez con un cuerpo que contiene moléculas que están ligeramente cargadas negativamente; estas atraen las partes de los microplásticos que están cargadas positivamente; como un imán de residuos.

Es decir, es como si este robot fuera “pegajoso” y los microplásticos se pegaran a él. Ahora, el siguiente paso para los investigadores es comprobar si el robot puede atraer el plástico en una zona tan complicada como el fondo marino.

Cabe recordar que la ONU emitió 4 recomendaciones para salvar a los océanos, entre los que destacó la reducción de los plásticos diminutos que amenazan la biodiversidad.

Estos residuos liberan sustancias químicas tóxicas en el agua que envenenan la vida marina. Nadie sabe exactamente la cantidad de plástico que hay en los océanos del mundo pero las cifras más recientes, publicadas en 2015, estiman que entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas llegan a los mares cada año.