En febrero, el dominicano Jeremy Peña intentaba quedarse con un puesto en los Astros de Houston. Nueve meses después recibió el premio al Jugador Más Valioso de la Serie Mundial.
Peña es el primer jugador de posición en llevarse, como en su año de novato, ese galardón y el tercer de manera global, tras los lanzadores Liván Hernández, quien lo ganó con los Marlines de Florida en 1997 y Larry Sherry, el primero en lograrlo, con los Dodgers de Los Ángeles en 1959.
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Es una bendición. Ha sido todo como un sueño, llegar a Las Mayores, que todo te salga a ti, que todo le salga al equipo, llegar a la Serie Mundial y conseguirlo así… Es una locura”, dijo Peña tras recibir el trofeo que lo acreditaba como ganador.
Peña llegó a ocupar la posición que durante siete temporadas ocupó Carlos Correa, uno de los mejores en la historia de la franquicia, y el único que hasta ayer había logrado ganar una Serie Mundial.
Correa salió en la agencia libre a Minnesota y eso le abrió el camino a Peña, quien era el cuarto mejor prospecto de la organización.
Correa era un ídolo para mí, yo estando en sucursales, cuando estuve con él en entrenamientos, era un sueño. Era difícil saber que yo iba a estar en su lugar, pero trate de no pensar en eso, trate de pensar en que era sólo salir a jugar, salir a hacer lo que yo sabía”, sentenció.
