El pugilista Manny Pacquiao se mostró en una de sus sesiones de entrenamiento, en lo que sería la antesala para su regreso al boxeo profesional.
Las imágenes estremecen, porque ignora el paso del tiempo.
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Con aparente seguridad, Pacquiao anunció su retiro definitivo del pugilismo rentado, pasadas algunas semanas de su categórica derrota ante Yordenis Ugás, el 21 de agosto del año pasado.
Desde ese momento, le dedicó casi la totalidad de su tiempo a su carrera política. Solamente pensaba en box, mientras que se desarrollaban las peleas de su hijo en el plano del amateurismo.
En las últimas semanas, para sorpresa de casi todos, el equipo del Pacman afirmó que su vuelta a la actividad oficial será un hecho durante 2023.
Su rival, dato no menor, sería Floyd Mayweather.
Tras una infinidad de vueltas sobre el asunto, ambos se enfrentaron por primera vez el 2 de mayo de 2015, en el MGM Grand de Las Vegas.
Fue victoria para Mayweather por decisión unánime.
Con calma y sin ánimos de exigirse por demás, Manny Pacquiao hizo algunos movimientos flojos en la bolsa.
Tiró combinaciones sin acelerar hacia su velocidad máxima, ni a su mayor potencia.
Pero, con el correr de los minutos, todo cambió.
Los lanzamientos incrementaron su fuerza, hicieron notar su alcance y Pacquiao también demostró que su velocidad se encuentra intacta.
