No tenía una buena marca este año en final, 1-3, pero Daniil Medvedev tiene categoría para revertir en cualquier momento una mala racha y lo hizo el día de ayer domingo para proclamarse campeón en Viena y asegurarse un puesto en las ATP Finals de Turín (13 al 20 de noviembre).
El ruso remontó para vencer por 4-6, 6-3 y 6-2 en la final a Denis Shapovalov y obtener su segundo título del curso (triunfó en Los Cabos), que es el 15º de su carrera, sexto que logra bajo techo.
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“Estoy muy feliz, porque todo ha funcionado esta semana. Además, este ha sido mi mejor partido, porque Denis jugó de marea irreal hasta el 4-3 del segundo set. Luego bajo su nivel un dos por ciento. Es de mis mejores victorias, porque me he mantenido ahí todo el partido haciendo lo que podía”, dijo Medvedev, satisfecho con su papel en el 500 austriaco, que hubiera sido inmaculado de no haber perdido un set en el último encuentro, al que llegaba sin haber perdido ni siquiera una vez su servicio, con un solo punto de break en contra.
Shapovalov, canadiense de 23 años y 19º del mundo, no tiene un historial muy positivo en finales (1-5), pero fue capaz de inquietar al moscovita con un quiebre para el 2-1 en el primer parcial y otro para el 4-1.
A partir de ahí, despertó Medvedev y poco a poco se hizo dueño del encuentro a fuerza de ser sólido y fallar menos que su rival (20-31), que le superó en golpes ganadores (38-26), pero estuvo peor en los momentos importantes del segundo y el tercer set.
Fresco al final de la temporada
Medvedev afrontará con confianza y, según dice, fresco, lo que queda de campaña, París Bercy, la semana que viene, y después, la Copa de Maestros: “Me gusta jugar bajo techo al final de la temporada.
Hemos hecho un buen trabajo en el equipo para no llegar quemado.
Quiero jugar mi mejor tenis en estos dos torneos que quedan, aunque tendré duros rivales”.
