Es un antiguo pueblo minero
Es el pueblo minero con mayor encanto de la Sierra Tarahumara, sus minas dieron plata a manos llenas desde los albores del siglo XVIII, situado en el fondo de la barranca del mismo nombre, llegó a tener hasta 10 mil habitantes.
Caminar por sus calles y observar sus edificios te transportan a otro tiempo y lo mejor es interactuar con los locales que te pueden platicar de sus historias y leyendas.
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Actualmente lo habitan sólo mil. Durante los meses de invierno, los visitantes acuden a disfrutar de su clima y vegetación semitropical. Se cosechan mangos, papayas, cítricos y aguacates, considerados exóticos en estas latitudes.
No te olvides de comprar alguna de las bellas artesanías realizadas por los indios tarahumaras como instrumentos musicales, utensilios de cocina, piezas de alfarería, joyas y cestos, entre otros.
Existen una gran variedad de servicios turísticos para todos los gustos y presupuestos.
Su clima es más bien frio en las partes altas y se torna más cálido en las partes bajas.
La temperatura promedio es de 17ºC.
