Isaac Fonseca pasó relativamente tranquilo la noche en el hospital después de la cornada de dos trayectorias que sufrió ayer en la ganadería de De Santiago.
‘Fueron una serie de circunstancias, sacamos al novillo del caballo el matador Leo (Valadez) y yo, fuimos llevándolo, cuando hizo hilo con él, yo lo corté, pero me confié un poco y no pude entrar de lleno al burladero.
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Estaba estrecha la entrada y tuve que bordear, tardé un poco en taparme y ahí me pegó el derrote.
Luego sentí que me la había pegado y sí, me giré para verme y vi el agujero.
Me dolió’, contó Fonseca en sus primeras declaraciones tras la cornada, sobre cómo sucedió el percance, por cierto, su bautizo de sangre como matador de toros.
‘Nos informa que la herida tiene buen aspecto y que el haber pasado la noche tranquilo, sin dolores fuertes, es buena señal.
Es más, mañana podría salir del hospital para irse a recuperar a su casa. He de decir que ayer antes de entrar al quirófano, Fonseca me dijo: ‘De peores hemos salido’, ello habla de la determinación de este hombre’, dijo su apoderado Jacobo Hernández quien no se le ha despegado un minuto.
Evidentemente y como buen torero, Isacc mantiene sus planes. ‘Me siento bien, siempre hemos salido adelante y yo tengo la mejor actitud y las ganas inmensas de volver a entrenar y todo con miras al 2 de noviembre, para hacer mi debut como matador de toros en mi tierra y con mi gente’, afirmó Fonseca.
¿Por qué una encerrona, apostando todo a una carta?
‘Buscamos un mano a mano con una figura pero no se pudieron cuadrar las cosas, así que la otra apuesta era la encerrona y tomé la responsabilidad con mucho compromiso e ilusión.
Me siento preparado para entregar buenas cuentas a mis paisanos, pero sobre todo a la fiesta en México’, apuntó Fonseca.
