(Lo GH et al. Arthritis Rheumatol 2022; doi: 10.1002/art.42309) Primera parte
El ejercicio es la intervención física empleada como tratamiento para la osteoartritis, lo que se había destacado por lo menos en dos estudios controlados pero a plazo relativamente corto.
La cohorte de Iniciativa para Osteoartritis ha seguido a las personas con esta enfermedad que realizan ejercicio y se evalúan durante años.
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Los autores analizan las resultantes de lo anterior en 1,212 participantes con osteoartritis de rodilla, 45% de ellos fueron de género masculino y 73% hacían ejercicio mediante caminata.
La edad de 63 años (de 55 a 71) con índice de masa corporal de 29.4 kg/m2. Hubo mejoría de 40% en los que realizaron caminata con menor progresión del padecimiento (20% menos de disminución del espacio articular), comparativamente con los que no caminaban.
Vitamina D
(Manson JE. Medscape Rheumatol Oct 12, 2022)
La Dra JoAnn Manson, profesora de Medicina de la Escuela de Medicina de Harvard y del Brigham and Women’s Hospital, enfatiza las implicaciones que tiene la vitamina D en la práctica clínica.
A la vitamina D se le considera por muchas personas como la panacea o bola mágica, como potencialmente eficaz para enfermedades crónicas que incluyen cáncer, cardiovasculares, diabetes, fracturas, declinación cognitiva y depresión, en base a estudios observacionales con pobre fortaleza y evidencia.
Más aún se prescribe a dosis variables por diversos médicos y algunos de manera inexplicable sin bases científicas, solicitan niveles de vitamina D previamente y subsecuentemente a su empleo.
En estudios controlados, el utilizar vitamina D no ha resultado para mejor salud en general. En el estudio denominado VITAL se destacan dos excepciones, disminución de 22% de enfermedades autoinmunes como psoriasis y artritis reumatoide y reducción de 17% de cáncer avanzado o metástasis.
