Las 5 preocupaciones sexuales habituales en los hombres

Algunas de las preocupaciones emocionales relacionadas con el sexo más habituales se vinculan con la autoexigencia, el tamaño del pene, la capacidad de satisfacer a su pareja sexual y dudas e inseguridades relacionadas con el orgasmo.

Entre las mas frecuentes se encuentran:

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El gatillazo

Es el miedo por excelencia de casi todos los hombres. Se trata de una disfunción eréctil esporádica que ocurre de forma puntual en varones sin antecedentes, habitualmente entre los 40 y los 70 años.

Saber si la pareja ha alcanzado el orgasmo

La preocupación de muchos hombres por saber si su pareja ha disfrutado hasta lograr el orgasmo es honesta: primero porque quieren que ella también se deleite en la cama; segundo porque por una cuestión de ego, necesitan saber si su pareja sexual disfruta con ellos.

La vida sexual de la pareja antes de conocerla

Esta preocupación puede ser emocionalmente tóxica tanto para él como para la relación de pareja.

Muchos hombres creen que pueden competir con el pasado sexual de una mujer, pero si se pone sobre la mesa que ellas también han disfrutado y tienen mucha experiencia, entonces aparecen los miedos y las inseguridades.

Llegar al orgasmo al mismo tiempo que nuestra pareja

Tener un orgasmo al mismo tiempo que nuestra compañera sexual no se produce siempre al mismo tiempo.
Es habitual que uno de los dos lo tenga antes que el otro.

Los terapeutas sexuales coinciden: es conveniente dejar que ocurra de forma natural porque controlar el orgasmo puede distraer a los participantes y bloquear el placer, aumentando con ello el sentimiento de frustración y la presión en futuros encuentros sexuales.

Rendir más y mejor en la cama

Para muchos hombres, durar más tiempo en la cama es sinónimo de calidad, aunque muchas mujeres no están de acuerdo con esto.

Estos hombres suelen considerar que la duración está estrechamente ligada con la viralidad y el placer. ¿Habré sido suficiente? ¿Le he dado lo que necesita?

Obsesionarse con estas preguntas solo genera más ansiedad y frustración, por lo que es conveniente reducir la autoexigencia con uno mismo.