Los astrónomos siguen maravillados por el material que les llega del más avanzado observatorio espacial
El telescopio espacial James Webb sigue revelando fotografías increíbles del Universo.
El más avanzado telescopio de la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial de Canadá, capturó las primeras imágenes de la nebulosa de Orión, que dejaron a los astrónomos “impresionados”, reveló ayer un equipo de investigación internacional.
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Se trata de una pared de polvo y gas denso que se asemeja a una enorme criatura alada, con sus fauces iluminadas por una estrella brillante mientras se eleva a través de filamentos cósmicos.
La nebulosa está situada en la constelación de Orión, a 1350 años luz de la Tierra, en un entorno similar en el que nació nuestro propio sistema solar hace más de 4.500 millones de años.
Los astrónomos están interesados en la región para comprender mejor lo que sucedió durante el primer millón de años de nuestra evolución planetaria.
Las imágenes se obtuvieron como parte del programa Early Release Science e involucraron a más de 100 científicos en 18 países, con instituciones que incluyen el Centro Nacional Francés para la Investigación Científica, la Western University de Canadá y la Universidad de Michigan.
“Estamos deslumbrados por las impresionantes imágenes de la nebulosa de Orión. Estas nuevas observaciones nos permiten comprender mejor cómo las estrellas masivas transforman la nube de gas y polvo a partir de la cual nacen”, dijo el astrofísico de la Western University, Els Peeters, en un comunicado.
Las nebulosas suelen estar oscurecidas por grandes cantidades de polvo que eran imposibles de observar con telescopios de luz visible, como el telescopio espacial Hubble, el predecesor del Webb.
Sin embargo, Webb opera principalmente en el espectro infrarrojo, que sí penetra el polvo.
Esto permitió develar varias estructuras espectaculares, hasta a una distancia de 40 unidades astronómicas o del tamaño de nuestro sistema solar.
Allí se incluyen densos filamentos de materia, que podrían generar nuevas generaciones de estrellas, así como sistemas estelares que consisten en una protoestrella central rodeada por un disco de polvo y gas en el que se forman los planetas.
“Esperamos comprender mejor el ciclo completo del nacimiento de las estrellas”, dijo Edwin Bergin, presidente de Astronomía de la Universidad de Michigan y miembro del equipo de investigación internacional.
“En esta imagen, observamos este ciclo en el que la primera generación de estrellas irradia el material para la próxima generación. Las increíbles estructuras que observamos detallarán cómo se produce el ciclo de retroalimentación del nacimiento estelar en nuestra galaxia y más allá”.
La nueva observación del Webb sobre Orión muestra una imagen compuesta de varios filtros que representa la emisión de gas ionizado, hidrocarburos, gas molecular, polvo y luz estelar dispersa.
La más prominente es la barra de Orión, una pared de gas y polvo denso que se extiende desde la parte superior izquierda hasta la parte inferior derecha de esta imagen, y que contiene la estrella brillante θ 2Orionis A.