(Sharp C. N Engl J Med 2022; 387:916-23) Segunda parte
Parte de la trascendencia de su reconocimiento es que se asocia a incremento de riesgo de suicidio (2 a 5% de las personas con BPD), además del problema inherente a alteraciones de funcionamiento social, con aumento de costos y pérdida de productividad.
Los individuos con BPD tienen patrones inadecuados de regulación de las emociones, pobre o incoherente sentido de identidad de lo propio y alteraciones interpersonales.
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Adicionalmente los BPD frecuentemente se asocian a otras alteraciones mentales, como problemas de ansiedad en 85%, de alimentación 83% y adicciones 78%, con alta tasa de estrés post-traumático (30%), déficit de atención e hiperactividad (34%), bipolaridad I (22%) y desórdenes de bipolaridad tipo II (38%).
Los BPD disminuyen con el tiempo, aunque persisten rasgos, la estabilidad de las personas con BPD puede ser del 53 a 73%. Las personas con BPD tienen a) hiperreactividad amigdalina a estímulos emocionales negativos, b) anormalidades de respuesta a estrés con alteraciones de eje hipotálamo-hipófisis-adrenal y c) hallazgos estructurales por resonancia magnética asociados a cognición social, funcionamiento de lo propio y de identidad (orbito-frontal, prefrontal medial en corteza cingular anterior, además de amígdala y otras regiones de lóbulo temporal corticales y subcorticales, además de corteza somatosensorial.
Amputación prehistórica en niño
(Prillaman M. Nature doi.org
/10.1038/d41586-022-02849-8)
Con fecha de 31,000 años, se reconoce la primera evidencia de la remoción quirúrgica de una extremidad inferior, la evidencia más temprana de amputación.
Descubierta en la isla de Borneo, el caso más antiguo de reconocimiento de amputación y que supuestamente vivió posterior a varios después de la cirugía, con lo que se reconoce la evidencia de este procedimiento ancestral, con niveles por demás elevados de conocimiento médico.
Este hallazgo permanece en cueva del lado Este de Indonesia. Tal descubrimiento se ratifica mediante estudios con carbono marcado y uranio, en los dientes del individuo enterrado, con cálculo de su muerte hace 31,201 y 30,714 años.
El sujeto tenía 19 o 20 años, sin poder determinar su género, aunque con especial énfasis que la extremidad no se perdió por accidente, con evidencia de haber requerido de protección médica y que ocurrió 6 a 9 años antes de su muerte, de acuerdo a diferencias de tamaño de tibia y peroné.