En esta época del año, suelen ser común encontrarse con los habituales reportajes sobre “sexo en el agua”.
Cabe reflexionar sobre lo que se pide, lo que se suele ofrecer, y lo que el lector o la lectora espera encontrar, en estos artículos.
Pareciera que despertaran en el imaginario colectivo la típica escena de una pareja heterosexual, joven, y con unos cuerpos de características determinadas (cuerpos que siguen los actuales cánones de belleza), manteniendo encuentros eróticos en playas o piscinas.
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Encuentros, además, fortuitos o espontáneos. Encuentros, además, coitales, con alguna posible caricia previa (los llamados “preliminares”).
En cierta forma, representan muy bien lo que en nuestra sociedad y en nuestra época asociamos con la sexualidad. Y también, lo que suele quedar fuera cuando pensamos en la sexualidad.
Por ejemplo, ese encuentro erótico en el agua, también podría ser entre dos personas maduras o incluso ancianas. O entre personas con cuerpos que no se ajustaran a los cánones de belleza actuales (por cuestiones de peso o altura, o características físicas determinadas).
Ese encuentro en el agua se podría dar entre personas con alguna discapacidad (diversidad funcional). Se podría dar entre personas de distinto sexo o del mismo sexo.
Ese encuentro podría ser coital, o podría adoptar muchas otras formas.
Esas personas cuyos cuerpos se encuentran en el agua, podría intercambiar miradas, caricias, besos, abrazos, roces, orgasmos… una infinidad de relaciones eróticas que no incluyeran necesariamente la penetración.
Podría tratarse de un encuentro fortuito entre personas relativamente desconocidas, o un encuentro planificado entre viejos amantes que compartieran una gran intimidad, un encuentro que tuviera poco de espontáneo y mucho de preparado.
Y en todos estos casos, el placer, el goce, el disfrute, la felicidad… serían posibles, aún con cuerpos poco normativos, modelos de goce poco normativos, edades y características físicas poco normativas, y relaciones poco normativas.
Y por supuesto… todo eso se podría dar en el agua… y fuera del agua.