Alto riesgo tenia Badosa en el US Open, más por su dinámica negativa en los últimos torneos que por la categoría de su rival, la veterana Lesia Tsurenko, ucraniana de 33 años y 87ª del mundo, con los cuartos de final del evento estadounidense como mejor resultados en Grand Slams.
Pero la española, cuarta favorita, había perdido este año con cuatro jugadoras de fuera del top-50 y no se le ha dado, hasta ahora, demasiado bien este major, en el que no ha pasado de la segunda ronda en sus tres anteriores participaciones.
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Volverá a jugarla, el jueves, después de remontar para vencer por 3-6, 7-6 (4) y 6-3 en 2h29. Su rival será la croata Petra Martic.
Badosa hizo del sufrimiento virtud en un día muy complicado por un calor que fundió a su rival, visiblemente acalambrada en los últimos juegos del encuentro.
De hecho, abandonó la pista con dificultades para caminar y ambos brazos agarrotados, sin que la fisioterapeuta del torneo pudiera hacer demasiado para aliviarla.
La catalana impuso su juventud (24) y también su ranking.
aunque su actuación no fue ni mucho menos brillante en términos tenísticos.
Sí que tuvo actitud y no paró de hablar con su equipo pidiendo ayuda. “¡Qué hago!”, dijo en más de una ocasión. “No os escucho”, espetó también, entre otras cosas.
También se reprochó algunos errores en voz alta, al más puro estilo Andy Murray, pero peleó sin descanso para que no se le escapara una victoria que peligró seriamente en el segundo set.
Hubiera sido un nuevo palo en una segunda parte de la temporada que no está siendo buena para ella. Está a tiempo de enderezar un rumbo que inició a toda máquina en enero y después se torció.
Su victoria debe ayudarla a recuperar la confianza perdida.
