El emperador tuvo una idea para que Esporo se quedara con él y se convirtiera en el “sustituto” de Popea Sabina: mandarlo castrar
Nerón Claudio César Augusto Germánico, conocido en la historia solo como Nerón, fue uno de los emperadores romanos más famosos. Diversas biografías y fuentes lo citan como un hombre cruel y sádico, además de ser el protagonista del famoso incendio que destruyó una gran parte de Roma. Pero hay otro episodio de su biografía del que casi no se habla: la relación con su amante Esporo.
Nerón sentía una atracción especial por los efebos, término para referirse a los adolescentes de unos 14 a 18 años. En la antigua Grecia, los efebos eran instruidos en la ephebeia, una institución que preparaba a los adolescentes para enfrentar la vida en diversas áreas.
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El emperador puso sus ojos en el efebo Esporo, un muchacho de belleza andrógina que robó por completo el corazón y la atención del emperador. Diversas fuentes dicen que esto ocurrió debido al gran parecido de este personaje con Popea Sabina, la esposa muerte de Nerón.
Nerón y sus deseos de tener a Esporo consigo
Lo que comenzó como una relación únicamente sexual se fue convirtiendo para Nerón en una relación sentimental. Y el emperador tuvo una idea para que Esporo se quedara con él y se convirtiera en el “sustituto” de Popea Sabina: mandarlo castrar.
Los matrimonios entre personas del mismo sexo estaban prohibidos en el imperio romano, así que la cirugía era el único camino para que Nerón pudiera tener a Esporo con él. Cuando el cambio físico estuvo listo, se celebró la boda entre el joven, quien acudió vestido de mujer al enlace matrimonial, y Nerón.
Este no fue el único matrimonio de esta clase entre un emperador y su efebo. Tras la muerte de Nerón, Esporo se casó con el emperador Otón.
Nerón: ¿cruel, sádico y perverso?
La imagen que la historia ha hecho de Nerón es la de un monstruo, psicópata y pervertido. Además de la historia de su matrimonio con Esporo, el joven emperador romano también se vio envuelto en otros acontecimientos polémicos: mandó asesinar a su madre, Agripina la Menor. También mandó matar a sus dos esposas: Claudia Octavia y la ya mencionada Popea Sabina.
También le acusaron de comenzar el Gran Incendio de Roma, suceso que arrasó por nueve días con gran parte de la ciudad. Asimismo es recordado como un feroz perseguidor de los cristianos. En resumen, su nombre es sinónimo de degeneración, extravagancia y excesos.
Sin embargo, diversas fuentes no coinciden con lo anterior. Una de las expertas que afirman que la reputación de grotesco de Nerón es exagerada, o incluso un mito, es Francesca Bologna, curadora de la exhibición “Nerón, el hombre detrás del mito” que se realizó en el Museo Británico de Londres en 2021.
“Él tuvo la mala suerte de ser el último emperador de la dinastía romana Julio-Claudiana.
Entonces, cuando murió, hubo un período de guerra civil y caos, y después de eso, una nueva dinastía llegó al poder.
Y todas las historias sobre Nerón se escribieron bajo esta nueva dinastía que debía legitimarse a sí misma y representar al período anterior de la peor manera posible”.
“Por eso es que no tenemos una visión objetiva de él. Es increíble pensar en cómo se escribe la historia y en cómo se manipula para enviar algunos mensajes”, agrega en entrevista para la BBC.