Durante muchos años los mexicanos luchamos por que el Estado de Derecho fuera la piedra de toque sobre la cual se cimentara el Estado Mexicano.
Ríos de tinta han corrido durante las últimas semanas por la intención del Presidente López Obrador de adscribir la Guardia Nacional a la Secretaría de Marina sin mas trámite que un decreto emitido por el.
Durante muchos años los mexicanos luchamos por que el Estado de Derecho fuera la piedra de toque sobre la cual se cimentara el Estado Mexicano, que el imperio de la Ley fuera elemento fundamental en el estado de bienestar al que aspiramos todos.
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El respeto a la Ley, las normas y las instituciones son la garantía para la participación, activa, democrática, permanente, de la sociedad en las decisiones de los gobernantes, sujetando al poder, moderándolo por medio del fortalecimiento de la división de poderes, el estricto respeto a la ley – hacer cumplir y cumplir- y la sujeción a la misma de los apoderados y los poderdantes (gobierno y sociedad).
Cuando se habla de que por el bien de todos primero los pobres, no es argumento la violación de la Ley por parte de los representantes del Estado, pues esto lo único que genera es la posibilidad de que todos caigamos en la misma tentación.
Tampoco es argumento para desacatar la norma el echo del respaldo democrático, con el que el Presidente y sus aliados han pretendido sustentar su gobierno, pues claro que muchos votamos por un cambio, pero ese cambio incluía el respeto a la Ley, su apego a la legalidad que fue un clamor ciudadano, que fue parte de lo que acabo con la hegemonía del PRI en le año 2000, que fue lo que movió a la ciudadanía al cambio democrático.
Y es que todo esta sustentado en el Estado de Derecho, los más jóvenes nos e acuerdan, pero hace muy poco todavía no existían elecciones democráticas, no existía la libertad e prensa, no se contaba con organismos autónomos, tampoco contábamos con libertad de prensa y mucho menos con sistemas de transparencia y rendición de cuentas.
Mucho de ello son cosas por las que luchamos muchos y muchas de estas este gobierno las ha hecho a un lado con su lema de defender al pueblo, pero Hitler, Stalin, Putin, Maduro o cualquiera otro hicieron y hacen lo mismo, apelan al pueblo.
Por el bien de todos primero los pobres, es decir una frase que amedrenta porque entonces ¿si eso no pasa? Entonces deberemos atener a las consecuencias ha sido el primer argumento del miedo para justificar, la falta de acciones en salud, apoyo a PyMES, fomento a la ciencia cerrar escuelas de tiempo completo, anular el deporte, y solo centrarse en programas sociales sin sustento de políticas públicas eficaces y efectivas.
En fin, el miedo como medio de aval social.
CONCLUYENDO
- La Constitución es más que clara en su artículo 21 que señala que las políticas son civiles, para hacer lo contrario se requiere LEGALMENTE una reforma Constitucional, que necesita los votos de las dos terceras partes de los legisladores, votos que el Presidente con todo y sus aliados no tiene.
- Hacerlo por medio de un decreto o reforma a una Ley viola flagrantemente la Constitución, además de poner en riesgo el orden legal al poner las acciones policiales en falta lo que pudiera ocasionar que los delincuentes tuviesen a un más fácil su salida de prisión.
- De igual forma viola los Derechos Humanos pues sigue siendo la Guardia Nacional la organización policiaca con más denuncias de este tipo ya que esta integrada, y capacitada y sus mandos son de orden castrense así que en lugar de fortalecerla civilmente le daríamos como dicen “alas”.
- Pero sobre todo viola el orden constitucional y democrático al hacer un cambio de forma autoritaria, unipersonal y metaconstitucional, nos pone como el País que ya no quisimos, nos regresa a la hegemonía y eso es GRAVE.
- El Presidente con sus otros datos, con su polarización de la sociedad, los conservadores y transformadores, entre fifís y chairos, usando esto para todas sus reformas y toma de decisiones; por lo que no sería raro que para avalar su ilegal actuar, ahora recurriera al más viejo de los trucos dictatoriales el miedo como elemento para doblar las voluntades y las leyes; y es que de repente López Obrador dio un giro de 360 grados en su política de abrazos y no balazos y reconoció que las autoridades civiles, esas que por cierto encabeza, no funcionan en la estrategia de seguridad, de repente persiguen al crimen organizado y se desatan balaceras, quema de tiendas de autoservicio, quema de vehículos en fin que de la noche a la mañana México está en más llamas de las que estaba; ahora cuando se piensa en hacer valer el autoritarismo para cambiar la Ley.
