Puebla hiló su cuarta fecha sin ganar tras empatar 0-0 ante Atlético de San Luis, aunque no por ello se puede mencionar que es momento de encender las alarmas, ya que el rendimiento se mantiene alto.
Más bien, pasa por esperar que Jozy Altidore llegue bien para que pueda firmar todo lo que generan.
Lo del equipo de Nicolás Larcamón no es crisis y tiene que ver con la falta de un artillero que le dé brillo a todo lo que generan. Así fue en todo el partido, en donde la baja de Fernando Aristeguieta pesó.
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La ausencia del venezolano afecta demasiado al equipo poblano, ya que Larcamón no tiene algún jugador que sea capaz de competir físicamente con los defensas rivales o de retener el balón arriba, lo que hace su juego más vertiginoso al frente y sin cabeza fría.
Si bien generaron opciones interesantes, los del equipo poblano no pudieron encontrar el arco, aunque igual tiene que ver la postura del equipo potosino, muy serio y con una idea que complica a cualquier equipo, siempre sin la necesidad de encerrarse en la parte baja.
Gran primer tiempo
Eso llevó a que se diera un partido movido y de opciones interesantes, aunque ninguno de los dos encontró el arco.
Fue un duelo equilibrado y emocionante, algo que tal vez pocos esperaban.
La Franja fue el primero en mandar un aviso, gracias a una jugada bien tejida al minuto 5 que dejó a Iván Moreno de frente a Marcelo Barovero, pero acabó por poner su tiro por un costado.
En respuesta al minuto 16, Juan Sanabria se hizo de un hueco dentro del área y tras darse la media vuelta sacó un zurdazo que sacudió el travesaño, además de que Jhon Murillo, ya al 31, puso un cabezazo a centímetros del arco, cuando pudo hacer más.
El partido se desniveló
La segunda mitad cambió de forma importante, ya que Puebla imprimió una gran intensidad que le sirvió para establecer un dominio que no logró capitalizar.
Se vuelve entonces a señalar la falta de un ‘killer’ que fuera capaz de redondear. Ante tal escenario, André Jardine optó por tener a un equipo bien ordenado en su parte baja, sin que eso impidiera que las emociones se acabaran.
De hecho, Barovero se convertiría en la figura al evitar tiros desde todos lados, ya fuera de Parra, Moreno o Fernández. Y en la única que no llegó, para su buena fortuna, De Buen puso un disparo a centímetros de la portería que defendía.
Lo anterior llevaría a un 0-0 que no se puede calificar como un mal partido, pero que en el equipo enfranjado, especialmente, sabe a poco, en tanto que del lado potosino lo disfrutan.