Carlos Alcaraz disputará por segundo año consecutivo la final del torneo de Umag, el primero que ganó como profesional, tras superar en la semifinal a un Giulio Zeppieri que fue mucho más duro de lo esperado.
El nuevo número 4 del mundo tuvo que mostrar su mejor tenis para imponerse por 7-5, 4-6 y 6-3.
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El 168 del ránking ATP, desconocido hasta este torneo, sorprendió desde el primer momento. Zeppieri rompió el servicio a Alcaraz nada más empezar y obligó a Alcaraz a remontar, hasta el punto de que el primer set se fue hasta el séptimo punto.
La labor del murciano fue titánica y le pilló tan de sorpresa que a punto estuvo de verse totalmente sorprendido.
El momento crítico del partido para Alcaraz llegó en el segundo set. No es la primera vez, ni mucho menos, pero empieza a ser un punto a mejorar de su juego.
Cuando intentaba llegar a un resto sobre la red de Zeppieri, se torció el tobillo derecho y tuvo que pedir asistencia médica.
El susto se quedó en eso, pero el italiano lo aprovechó para ganarle la segunda manga.
Ante esta situación, Alcaraz decidió subir dos marchas más.
En el tercer set llegó a ponerse con un contundente 3-0 que incluso hizo pensar en un asalto en blanco, pero Zeppieri no iba a perder la oportunidad de su vida y le rompió dos veces el servicio (mucho más irregular en este aspecto Alcaraz que en los partidos anteriores) y llegó a empatar.
Ahí el esfuerzo físico le pasó factura y un fuerte calambre le hizo irse cojeando a la silla, mientras el fisio se le acercaba. Acabó la aventura del romano, que ha demostrado que posiblemente no sea esta la última vez que se vea en un torneo así.
Alcaraz jugará la final del torneo croata, sexta de este 2022, contra otro italiano, el vencedor del encuentro entre Franco Agamenone y Jannik Sinner.