La estadounidense Sydney McLaughlin, campeona olímpica, pulverizó su propio récord mundial de 400 metros vallas sobre su pista talismán del Hayward Field de Eugene y se convirtió en la primera atleta de la historia que baja de los 51 segundos (50.68) para proclamarse por vez primera campeona del mundo.
La holandesa Femke Bol, plusmarquista europea, obtuvo un distante segundo puesto con un tiempo de 52.27, precediendo en la meta a la anterior campeona del mundo, la estadounidense Dalilah Muhammad (53.13).
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En junio, la atleta estadounidense había batido el récord mundial (51.41) durante los Campeonatos nacionales de Estados Unidos, que se celebraron en las mismas pistas de Eugene. Por aquel entonces, McLaughlin se superó a sí misma ya que el anterior récord también era suyo (51.46 en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020).
Una carrera de ensueño
Sydney McLaughlin nació un año antes de la disputa de los Juegos celebrados en la ciudad australiana de su nombre, y a sus 22 años se ha convertido en una de las grandes estrellas del atletismo mundial.
Fue la primera mujer en la historia en romper la barrera de los 52 segundos. Pero la estadounidense no es nueva en esto de cosechar récords. Hija de todo un semifinalista en los Trials olímpicos de 1984, en los 400 metros lisos, su hermana mayor junto con sus dos hermanos y la propia Sydney, fueron niños muy prometedores para el atletismo desde edades tempranas.
Con 14 años superó las mejores marcas mundiales para esa edad en los 100 vallas (13.34) y los 400 vallas (55.63) ambos registros con la altura de las vallas absoluta, lo cuál es, verdaderamente asombroso. En 2015 pudo ya debutar en un campeonato internacional (hasta ese momento era demasiado joven y no se le permitía) y ganó el Mundial Sub18 o juvenil, estableciendo un año más tarde el récord mundial de la categoría con 54.46. Mejoró luego el registro en los Trials estadounidenses para los Juegos de Río, acabando tercera y con 16 años debutó como olímpica, concluyendo en Brasil quinta en su semifinal. Un año más tarde batió la plusmarca mundial sub20 con 53.82.
La estadounidense siguió su colección de registros y mejoras de marca como estudiante universitaria en Kentucky y se mostró muy polivalente desde los 200 metros lisos a los 400, pasando por los relevos aparte de su prueba de referencia, los 400 vallas en la que está haciendo historia.