La exposición de la XIX Bienal de Pintura Rufino Tamayo permanecerá hasta el 14 de agosto.
La exposición itinerante con las 49 obras seleccionadas de la XIX Bienal de Pintura Rufino Tamayo fue inaugurada en el museo que lleva el nombre del pintor oaxaqueño, última sede del certamen. El recorrido de la muestra se inició en 2020, en Oaxaca, continuó en Texcoco y Celaya.
La más reciente edición de la bienal recibió un total de mil 634 obras de la autoría de 817 artistas, informó Mariana Munguía, coordinadora nacional de Artes Visuales, del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. Los artistas premiados fueron Alejandra España, por la técnica mixta Túnel y deslumbre; César Córdova, por el óleo Carne, y Jonás Lerin Ridone, por el óleo y acrílico Finger blast, todos de 2020. Recibieron menciones honoríficas las pinturas de Davis Birks, Vanessa Enríquez y Karla Kantorovich.
¡SIGUE NUESTRO MINUTO A MINUTO! Y ENTÉRATE DE LAS NOTICIAS MÁS RELEVANTES DEL DÍA
La artista Magali Lara, presidente del jurado de los comités de selección y de premiación, dijo que en ambos la idea básica era marcar una visión sobre la pintura y lo pictórico, “mucho más amplia”. Esta bienal “siempre tiene sus críticas que son valiosas. En este caso la idea fundamental era ver cómo las diferentes estrategias para asumir el riesgo pictórico tienen resultados objetuales y conceptuales totalmente distintos”.
Se procuró ver que “México tiene una producción muy variada de pintura, que admite justamente la más tradicional, sin embargo hay nuevas variantes que son mucho más experimentales. Tienen como base lo pictórico, aunque empiezan a utilizar materiales que no son los clásicos o típicos. El deseo de los dos comités fue ofrecer este panorama tan rico y así empezar a discutir la pintura como parte del arte contemporáneo y no como una fase allí, más o menos perdida entre otras cosas”.
El comité de selección estuvo integrado por Lara, la curadora Daniela Pérez y el gestor Ramiro Martínez, y el de premiación por Lara, y los curadores Taiyana Pimental y Carlos Palacios.
Desde el comité de selección se procuró que “no hubiera una tendencia favorecida, sino un respeto por diferentes aspectos o maneras de aproximarse a los procesos pictóricos. En ese sentido está lo tradicional, muy convencional, con reglas muy estrictas, mientras que otras pinturas tienen una cuestión más conceptual, que son más cercanos a veces a cosas escultóricas, aunque guardan una cierta relación con un pensamiento pictórico”, dijo Lara.
Para la grabadora, aunque en cierto momento la pintura estaba “desaprobada”, estuvo muy prolífica, sin embargo, “no la hemos visto por lo menos con ojos críticos, algo necesario para poder evaluar no sólo una época, sino quiénes son los artistas que realmente hacen un trabajo interesante”. Los jóvenes han estado pintando, no sólo es una cuestión de mercado, agregó.
Alejandra España (Ciudad de México, 1982) agradeció la visión “más abierta” que tuvo el jurado porque su cuadro Túnel y deslumbre no emplea materiales tradicionales: “Visto desde lejos el público cree que es pintura, sin embargo es puro papel”.
El “proceso pictórico” se logra con papeles de diferentes grosores, arrugados o lisos: “Por medio de las capas se logran distintas profundidades o pliegues. Nada está pintado, sólo la hoja de oro podría funcionar como pintura. Me gusta trabajar con estos espacios ilusorios, como si uno pudiera meterse en esa especie de arquitecturas o túneles que empiezan a generar volúmenes adentro de las figuras”.
La exposición de la XIX Bienal de Pintura Rufino Tamayo permanecerá hasta el 14 de agosto en el Museo Tamayo, Paseo de la Reforma 51, Bosque de Chapultepec.