Fue más o menos en estos términos: una tarde de 1972, Efraín Alcaraz Montes de Oca pasó por Avenida San Jerónimo y su mirada se topó con la casona de Magnolia 131. La larga barda arbolada fue lo primero que le llamó la atención; después repararía en el par de soldados que permanentemente caminaba de un lado a otro de la casa, custodíandola. No se preguntó de quién sería, sino qué habría adentro. Y como su ocupación era en ese momento la de introducirse a casas, pues era un ladrón que no utilizaba la violencia, en los siguientes días solo se dedicó a vigilarla. Milimétricamente planeó el momento de saltar la barda sin que los soldados se dieran cuenta, e ingresó.
Sí, Efraín Alcaraz Montes de Oca, a quien apodaban El Carrizos, escribía esa tarde de 1972 uno de los capítulos más legendarios en la historia de la delincuencia en México.
Aquel día cuando, siendo presidente, robaron la casa de Luis Echeverría.
El Carrizos era un ‘zorrero’ es decir un asaltante que robaba casas.
Era hábil para saltar por bardas, brincar azoteas y para entrar a lujosas residencias.
Entre sus robos también se puede contar uno a la casa del expresidente José López Portillo y otro a la del futbolista Hugo Sánchez.
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LADRÓN, NO RATERO
Logró robar las casas de dos expresidentes, de un exregente y del mayor goleador mexicano de la historia.
No podía permanecer impune.
La siguiente historia fue publicada en las páginas de un Diario de circulación nacional, el 9 de noviembre de 2013:
El Carrizos fue detenido el 14 de octubre de 2008, cuando tenía apenas un año y medio en libertad. Excélsior publicó su detención entonces.
Efraín Alcaraz Montes de Oca, quien operaba desde 1960, se hizo persona pública al perpetrar los robos a las casas de Luis Echeverría Álvarez, José López Portillo, del ex egente capitalino Ernesto P. Uruchurtu y el pentapichici Hugo Sánchez Márquez.
El Carrizos fue detenido tras ser visto entrando a una casa de la lateral de Periférico, colonia Pradera, delegación Gustavo A. Madero. Fue sorprendido por el dueño, quien llegaba a su domicilio, y avisó a policías.
“Apenado” por ser acusado de perpetrar un robo “tan menor”, el delincuente se defendía: “Ahora me acusan de que me robé unas llaves españolas de un carro, de una casa y unas chucherías, ¿creen ustedes que yo me haiga (sic) metido a robar eso a una casa, díganmelo así sinceramente todos, creen que al haber tenido tantas joyas?.. No sabes (sic) ustedes lo que ha pasado por estas manos”.
Alcaraz Montes de Oca, de 71 años de edad, fue capturado junto con su cómplice Gustavo Aguilar Martel, El Mayer. “Yo estuve preso 14 años y fracción, ¿no?, por unos delitos de robo, ¿no?, pero yo ya le pagué a la sociedad, yo no le debo nada a nadien (sic), yo no he robado nada.”
Cuando fue detenido, Efraín ocultó su identidad. Dijo a policías que se llamaba Eduardo Piña Gómez. Pero al llegar al Ministerio Público los funcionarios identificaron a El Carrizos.
“Muchos de ustedes me conocen que son del medio informativo (medios de comunicación), muchos de los comandantes me conocen, como el comandante Saavedra aquí presente”, dijo en entrevista.
El ex subprocurador de Averiguaciones Previas Desconcentradas de la PGJDF, Luis Genaro Vázquez, dijo en 2008 que la última vez que El Carrizos había ingresado a prisión fue en 1995 por robo y asociación delictuosa. Cuando fue presentado ante la prensa, El Carrizos aseguró que los delincuentes jóvenes no tienen códigos de ética y manejan una violencia desbordada.
–“Cada quien hace lo que puede pero es mucha violencia, ¿no? Yo digo que nadien es nadien (sic) para quitarle la vida a nadien (sic)”…
-¿Hay códigos de ética entre los ladrones?
-“Anteriormente yo creo que sí había códigos de ética entre los ladrones, pero yo creo que ahora ya no sé”…
El Carrizos no sólo se defendió el día de su detención sino que arremetió contra el director del documental Los ladrones viejos, las leyendas del artegio, Everardo González, a quien acusa de no pagarle regalías por la película en la que él es uno de los protagonistas.
“Me dio en un principio de lo que yo le cobré por hora, sí me lo pagó, pero de las regalías no me ha dado un quinto y anda por Río de Janeiro y ha ganado tres Arieles la película, ha habido premios en efectivo y pues yo no he visto”, dijo El Carrizos”. Agregó: “Tengo un contrato firmado pero desgraciadamente lo firmé dentro del Reclusorio Sur… Yo creo que no es justo que pues que haya abusado de mí, ¿no?”
En tono de sorna, El ladrón viejo no consideró que el director del filme fuera un ratero. “No puedo decir que me robó, pues ladrón que roba a ladrón tiene cien años de perdón no, pero no me robó Everardo, no me robó”, puntualizó El Carrizos.
Esta es la historia de quien le robó a Luis Echeverría…
Aquél día de 1972, cuando sus ojos se detuvieron en aquella barda de Magnolia 131, Efraín Alcaraz Montes de Oca no sabía en la bronca que se estaba metiendo.
Simplemente pensó qué podría hallar dentro de esa casa. Burló la vigilancia; y brincó.
