Entre besos, caricias y placer, llega un punto en el que alcanzamos el clímax durante la intimidad, sobre todo cuando nuestras zonas erógenas están bien estimuladas
¿Qué es el “squirting” o eyaculación femenina?
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La eyaculación femenina o squirting, como también se le conoce, se trata de la expulsión de un líquido a través de la uretra cuando llegamos al punto máximo de excitación u orgasmo. Sí, no necesitamos tener un pene para eyacular, sólo una buena estimulación en nuestras partes más privadas, comenzando desde el clítoris o el “botón de la felicidad”, vulva, vagina, pezones, cuello, todas esas zonas que nos llenan de placer.
De la misma manera que la eyaculación masculina, experimentar squirting es completamente normal cuando nuestra pareja o nosotras mismas nos estimulamos correctamente. Sin embargo, existen muchos prejuicios que nos impiden disfrutarla, incluso algunas mujeres pueden sentir culpa o vergüenza por creer que se trata de orina.
Por otra parte, hay a quienes les excita más la idea de hacer eyacular a sus parejas porque desean que ellas disfruten tanto como elles, pero también lo toman como un reto para mejorar sus habilidades carnales.
Una victoria que levanta el ego de quien logra que su pareja rocíe como fuente.
De acuerdo con un artículo publicado por el National Library of Medicine National Center for Biotechnology Information, existen dos tipos de eyaculación femenina, el chorro líquido que suele ser incoloro, inoloro y se expulsa a presión en grandes cantidades, así como el líquido de eyaculación, que es similar al semen masculino, es espeso y tiene un aspecto más lechoso.
La cantidad de líquido que eyaculamos, oscila entre los 30 y 150 mililítros capaces de mojar la cama, el suelo y alrededores cuando sale.
