Reino Unido enfrenta su huelga ferroviaria más grande en décadas después de que las conversaciones de último minuto entre el sindicato y las compañías ferroviarias no lograron llegar el lunes a un acuerdo sobre salarios y seguridad laboral.

Hasta 40 mil trabajadores de limpieza, señalización, mantenimiento y estaciones tenían previsto hacer paros tres días esta semana, el martes, jueves y sábado, en una disputa por salarios y seguridad laboral en un contexto de inflación disparada.
El Sindicato Ferroviario, Marítimo y de Transporte calificó de “inaceptable” la última oferta de los empleadores y dijo que “la huelga programada para esta semana seguirá adelante”.
Se prevé que la huelga paralizará la red ferroviaria en todo el país, y afectara también a servicios del Metro de Londres con un paro el martes.
Millones de personas en Reino Unido, como en el resto de Europa, han visto cómo se dispara el coste de la vida. Los salarios no han seguido el ritmo de la inflación, que ha alcanzado 9% y se espera que siga subiendo, mientras la guerra de Rusia en Ucrania presiona los suministros de energía y alimentos básicos, como el trigo. Los precios ya estaban subiendo antes de la guerra, ya que la recuperación económica global del Covid-19 impulsa la demanda del consumidor.
Al mismo tiempo, las cifras de pasajeros en Gran Bretaña sigue por debajo de las cifras anteriores a la pandemia.