El Tiempo Ordinario de la liturgia, que es más bien es extraordinario, en el sentido que nos va dando la oportunidad de fortalecer nuestra amistad con Dios, a través de conocer quién es Jesús, con sus enseñanzas para tener una nueva manera de vivir y de darle sentido a nuestra vida. Hoy el evangelio nos interpela a cada uno de nosotros… leamos con atención:

Evangelio según san Lucas 9, 18-24
Un día en que Jesús estaba orando solo, y sus discípulos estaban con él, les preguntó:
—¿Quién dice la gente que soy yo?
Ellos contestaron:
—Algunos dicen que eres Juan el Bautista, otros dicen que eres Elías, y otros dicen que eres uno de los antiguos profetas, que ha resucitado.
—Y ustedes, ¿quién dicen que soy? —les preguntó.
Y Pedro le respondió:
—Eres el Mesías de Dios.
Pero Jesús les encargó mucho que no dijeran esto a nadie. Y les dijo:
—El Hijo del hombre tendrá que sufrir mucho, y será rechazado por los ancianos, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la ley. Lo van a matar, pero al tercer día resucitará.
Después les dijo a todos:
—Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz cada día y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda la vida por causa mía, la salvará.

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Reflexión:
Con dos preguntas más una indicación, Jesús, como buen maestro, nos ayuda a profundizar en la relación que tenemos con Él, con los demás y uno mismo, para salvarnos (o sea, sanarnos, recuperarnos, para ser mejores personas):
• ¿Quién dice la gente que soy yo? O sea, lo que he oído, aprendido y entendido acerca de él, por medio de mis abuelos, padres, catequistas, amigos, sacerdotes y religiosas, desde que era niño hasta hoy, las cuales podrían cuestionar si son “del todo ciertas” o “acertadas” y un buen comienzo para buscar la verdad de quién es Él…
• ¿Quién dices que soy? Es una pregunta personal, cuya respuesta doy por mi encuentro y experiencia al relacionarme con él; mientras más conozco que dice, hace y como se relaciona con la gente (y con su Padre), mejor razón puedo dar de quién es para mí …
• Quien quiera ser mi discípulo … necesito dejar de verme como centro del mundo, es necesario como dice San Ignacio de Loyola “salir de nuestro propio querer e interés”, con el ejemplo Jesús, para amar y servir, en mi vida diaria (lo que me toca vivir, mi cruz)…
Jesús oraba, para estar en contacto con el Padre, nosotros oramos para escuchar a Jesús, conocerlo y entender su buena nueva noticia: podemos vivir mejor, sabiendo relacionarme con los demás y ocupándome de quienes necesitan ayuda (por la razón que sea).

¿Me gustaría crecer en la verdad sobre quién es Jesús?… ¿Cómo puedo conocerlo mejor?… ¿Cómo ser mejor cristiano (seguidor de Jesús)?

BuenDomingo #OremosPorLaUNIDAD

PD. Todavía hay lugares para el taller de autoconocimiento, en julio: https://bit.ly/TallerCardoner

Alfredo Aguilar Pelayo
alfredo@ccrrsj.org

RecursosParaVivirMejor

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