(O’Connor A. New York Times 2022) Primera parte
Es difícil dormir bien y más de un tercio de los adultos no duermen la cantidad saludable de 7 o más horas. Si tus tendencias nocturnas están afectando tus horas de sueño, hay medidas que puedes tomar para convertirte en mejorarlo e iniciar actividades con mejor ánimo y madrugar.
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Lo primero que hay que tener en cuenta es que la genética influye hasta cierto punto en la hora a la que nos vamos a acostar. Cada persona tiene un ritmo biológico personal o cronotipo, que determina su hora óptima para dormirse y despertarse. Los estudios demuestran que hay muchos genes que hacen que algunos seamos matutinos, otros nocturnos y otros se sitúen en un punto intermedio.
Estudio publicado en la revista Nature Communications analizó los hábitos de sueño de casi 700,000 personas e identificó a gran número de genes que desempeñan papel trascendente en el hecho de que alguien sea persona madrugadora o no. En promedio, las personas que portaban el mayor número de variantes genéticas para ser matutinos tendían a dormir y despertar aproximadamente media hora antes que las personas que portaban el menor número de ellas.
“Las tendencias del ritmo circadiano son genéticas y no pueden cambiarse”, afirmó Ilene M. Rosen, doctora en medicina del sueño y profesora asociada de Medicina en la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania; se refirió a los ciclos circadianos de 24 horas innatos que rigen cuándo nos despertamos y nos dormimos. Hemos aprendido que podemos dar a nuestros relojes algunas señales para influir en ellos.
El hecho de que actualmente funciones como persona nocturna no significa que estés destinado a desvelarte. Tal vez te quedas despierto más allá de tu hora óptima de dormir debido a distracciones. Por ejemplo, muchas personas que podrían dormirse de forma natural a eso de las diez de la noche, acaban quedándose despiertas hasta la medianoche para trabajar, navegar por internet, jugar o usar celular o ver un episodio tras otro de televisión.
Eso hace que sea más difícil despertarse por la mañana. Sin embargo, puedes convertirte en persona más madrugadora si te enfocas en tu rutina matutina, además de tratar de modificar esos hábitos que distraen y condicionan distracciones u ocupaciones que retrasan el descanso nocturno.