“Si practicamos la política con autenticidad, lamentaremos muchas cosas, pero no nos arrepentiremos de lo que creímos haber hecho posible”
Frase de Jesús Reyes Heroles.
Tal como lo escribí hace lagunas semanas en este mismo espacio, el primer escoyo a solventar por la coalición “va por México”, después de la elección del domingo 5 de junio era el resultado electoral, si este como dicen que lo fue, le resultaba adverso.
Y es que de las seis gubernaturas en juego la coalición solo gano en dos, pero lo que no se dice es que la oposición coaligada solo participo como tal en cuatro de los seis estados: Aguascalientes, Durango, Hidalgo y Tamaulipas, por lo que su efectividad fue del cincuenta por ciento, dejando Tamaulipas en calidad de muy competido -con todo y que se esperaba una paliza- y de hidalgo donde fue una verdadera debacle a pesar de que Carolina Viggiano es una mujer de grandes capacidades.
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En tanto que en Oaxaca y Quintana Roo se presentaron a la elección separados resultando los números más que pobres para los Partidos opositores.
Claro es que hay un gran ganador que es MORENA pues iban de retadores, es decir no eran gobierno en ninguna de las entidades en juego y se hicieron de cuatro, con lo que suman veinte más las dos de sus aliados (Morelos y SLP).
El gran perdedor es el PRI pues entrego dos bastiones Hidalgo y Oaxaca sumando así 10 gubernaturas perdidas de 2018 a la fecha.
Así mismo el PRI obtuvo la más baja votación en su historia, en Aguascalientes logró 35,036 sufragios (7.5%), 2.8 mil votos más que Movimiento Ciudadano, que dicen que no pinta; en Hidalgo solo obtuvo el 23% de la preferencia electoral es decir 248 mil sufragios 300 mil menos que MORENA; en Oaxaca consiguió 285 mil votos el 25% de la elección, 400 mil menos que MORENA; en Tamaulipas el otrora poderoso solo consiguió poco más de 65 mil votos que representan el 4.5% de la preferencia electoral mientras que MORENA ganó con alrededor de 710 mil votos y en Quintana Roo ni que decir pues perdió el registro.
En Durango votaron por el tricolor 215 mil ciudadanos, pero MORENA saco 188 mil es decir de no ser por el PAN que metió 100 mil hubiera sido otra la competencia.
En el caso del PAN excepto por Quintana Roo y Oaxaca donde estuvo por encima del 5 por ciento promedio, le fue bastante bien, en Durango metieron 100 mil votos un tercio de los sufragios con los que se ganó; en el caso de Hidalgo logro alrededor del 6 por ciento de la elección y en Tamaulipas, aunque perdió cruzaron la boleta por el poco más de 540 mil tamaulipecos.
En el caso de Movimiento Ciudadano tiene razón Dante Delgado al decir que los resultados fueron buenos para ellos, pues cierto es que en la anterior elección en esos mismos Estados MC no tuvo candidato propio ya que fue en alguna forma de alianza con otras fuerzas políticas o no registro candidato, así que el promedio del 6 % para ellos si es un logro, aunque falta mucho más para ser considerados una competencia real en 2024.
CONCLUYENDO.
- Los números son los números y no los puedes cambiar, pero citando de nueva cuenta a Don Jesús Reyes Heroles, la política no es una ciencia exacta, es una técnica de aproximación.
- Y es que no podemos cerrar los ojos al hecho de que todos los Estados que ha perdido el PRI desde 2018 y que los ha ganado MORENA han sido con acuerdo de los Gobernadores priistas salientes a cambio de impunidad y embajadas.
- Por lo tanto, no solo opero la voluntad popular en esas entidades federativas, ni el primero los pobres, no, lo que operaron y de forma eficaz fueron las estructuras, por lo que se refrenda que estructura mata voluntad.
- En la etapa de la cuarta transformación también el PRI se a transformado, si se ha hecho morenista y con ello está prácticamente consumada -como lo he escrito antes- la nueva hegemonía política en México.
- Por ello más que nunca es importante no aflojar en la coyuntura, la alianza opositora debe seguir, pero debe renovarse, coincido plenamente con el Senador Dante Delgado en que mientras no haya propuestas claras y posibles no hay oferta, creo también urgente convocar a la formación de un Frente Amplio Opositor, que genere una gran alianza electoral y que camine a la suscripción de un acuerdo para un Gobierno de Coalición.
- Así pues, unidad, proyecto y después candidato es la fórmula, de lo contrario la oposición andará como equipo de futbol en repechaje, haciendo cábalas para ver si califican en 2024.
