El secretario del Medio Ambiente, Alfonso Martínez Muñoz explicó que Nuevo León se está adelantando a las metas de temperatura media que establece el Pacto de París de 1.5%,
Uno de los factores determinantes en la escasez de agua en Nuevo León, es el cambio climático. Entre 2001 a 2004 y en 2009 bajó la temperatura porque hubo buena precipitación, en los últimos 13 años, la temperatura promedio aumentó 1.7 grados centígrados al año, esto significa que la entidad se adelantó a las metas de temperatura media establecidas en el Pacto de París de 1.5% para 2100.
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Así lo comentó el secretario de Medio Ambiente estatal, Alfonso Martínez Muñoz, en conferencia de prensa.
Por otra parte, el consumo de agua potable en la Zona Metropolitana de Monterrey ha ido en aumento; entre 2002 y 2015 era en promedio de 2% anual, después de ese año se incrementó el consumo más de 4% anual, “si lo sumamos, el alza será aproximadamente de 24%, sin embargo, se redujo la disponibilidad del agua por factores climatológicos”, explicó.
Por un lado, la demanda en el área metropolitana era de 13.2 metros cúbicos por segundo, y estaba topada la oferta. No obstante, no se consideró para la oferta futura, ya que hay menos disponibilidad en las presas por mayor evaporación. Por ejemplo, en El Cuchillo se pierde más agua por evaporación que por consumo, destacó el funcionario.
Una mayor demanda y disminución de la oferta, propicia más incendios. “Esto debe estar en la gestión del agua, en el futuro habrá más días calientes, debemos adaptar el consumo a esta nueva realidad”, subrayó Martínez Muñoz.
Explicó que, cuando hay un incendio forestal se pierde el suelo y las lluvias no alcanzan a infiltrarse al subsuelo para recuperar los mantos freáticos. Lo que también está ocurriendo es que entre las fugas y el robo de agua, hay hasta 30% en pérdidas del vital líquido.
El gobernador Samuel García Sepúlveda, le pidió al secretario un diagnóstico, y para hacer cálculos recurrió a los datos de 72 bases meteorológicas de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), donde se observan ciclos de más y menor precipitación.