RGC a un año de su triunfo
“La fiesta ecologista de afiliación”, como en redes la llamó este lunes el gobernador RGC, tuvo como escenario el Estadio 20 de Noviembre con el pretexto de dar inicio a una campaña de afiliación “para que todo SLP se pinte de verde” pero a la vez, fue pretexto para celebrar el primer aniversario del triunfo del ahora gobernante, popularmente llamado Ricardo, “El Pollo” Gallardo.
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Después de los triunfos de Morena decidieron celebrar aquí el arranque de la campaña Verde rumbo a la contienda del 2024 con Ricardo Gallardo Cardona como estandarte a presumir porque, sostienen, “es el mejor gobernador de México”.
Cabe advertir que a partir del próximo 25 de septiembre cuando Mara Lezama, de Morena-PT-PVEM tome posesión como la primera gobernadora de QR, RGC dejará de ser el único gobernador del PVEM y compartirá con ella reflectores, ya que es una reconocida y orgullosa militante del PVEM.
“En el caso del territorio potosino, todo San Luis Potosí se va a pintar de verde”; gritó a todo pulmón RGC mientras los alcaldes de Tamazunchale, Pepe Meza, de Morena y Temo Balderas, panista de Aquismón, se revolvían en sus lugares. Ambos estuvieron en el presídium como invitados especiales.
“Todos están invitados” dijo El Pollito, para abrir la puerta a quienes siguen permaneciendo en el PRI, en el PAN o han saltado a Movimiento Ciudadano pues aquí, aunque seguiremos trabajando de la mano con Morena hasta el 2024, el PVEM apunta a elevar la credencialización de su militancia, de 380 mil que hay ahora, a un millón de “afiliados y convencidos”. Ni hablar, si lo consiguen, los demás partidos estarán fritos.
EL HEGEMÓNICO MORENA
Los jerarcas del Verde Ecologista, senadores, diputados federales, diputados locales, alcaldes, la dirigente nacional Karen Castrejón, el emblemático Manuel Velasco de Anahí, el líder de la fracción en San Lázaro, Carlos Puente, y el del Senado, Arturo Escobar, así como Paquito Elizondo y el dirigente estatal del PT, Héctor Serrano, traían sonrisas de oreja a oreja.
No es para menos, en el estado de las tunas el futuro les sonríe así que fue el mismo Gallardo Cardona quien lanzó el grito de guerra rumbo al 2024: “Este es el camino de una nueva aventura, el Partido Verde refrendará todos los espacios que tiene en las próximas elecciones y va, también, por los que le faltan, ya no es un partido del montón”. Hubo abrazos, selfies y otras fotos que se tomaron los jerarcas del Verde con la gente para el Face. Una nueva hegemonía guachichil la que se ve venir.
Por lo pronto Morena a partir del 2018, cuando el PRI tenía un amplio dominio en los estados, con el triunfo de AMLO en las elecciones, inició un meteórico ascenso y sigue creciendo a grado tal, que a pesar de tener menos de 10 años de contar con registro como partido político, hoy no solo se ha convertido en gobernante sino en el partido dominante del país. Incluso podría estar en camino de ser el nuevo partido hegemónico de México, pésele a quien le pese.
GRACIAS INE
A manera de colofón diremos que Morena no es buen ganador y por supuesto, la oposición tampoco es buena perdedora. Todos deberían reconocer que esta gran fiesta democrática que tensó las cuerdas internas de las distintas fuerzas políticas el pasado fin de semana, no pudo ser posible sin un INE en cabal estado de Salud.
Fue hasta el lunes, después que el presidente López Obrador reconoció en la mañanera las derrotas de Aguascalientes y Durango, que se dieron por ventajas de más de un dígito, que el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, aceptó que en esas entidades no fueron favorecidos por las mayorías.
De manera contundente, Morena ganó Oaxaca con un propio, y Quintana Roo con una propuesta del PVEM. De no ser por los candidato del Movimiento Ciudadano, que obraron de bisagras al fragmentar el voto de Hidalgo, donde además tenían el apoyo del gobernador Omar Fayad, y Tamaulipas, donde un bastión delincuencial impidió la presencia de representantes panistas en unos 14 Ayuntamientos.
Sin los candidatos de Dante Delgado, otros serían los resultados aunque el hecho en sí, solo confirme la existencia de un sector minoritario que rechaza ya, tanto a Morena como al PRIANRD y para quien cualquier otra cosa es “mejor que lo ya conocido”. A esos decepcionados de ambos bandos, captó MC, aunque ahora tratará de vender su amor a mejor precio. ¿Ya sabe usted, cosas del abarrote político-electoral!
El mayor problema de perder Tamaulipas, donde el patrocinador de Américo Villarreal fue el titular de Segob, Adán Augusto López, que también apadrinó a Marina Vitela, en Durango; es que AMLO habría perdido una de sus “corcholatas”.
PADRINOS CEBADOS
Por un pelito de rana calva no sale “destapado” con ésta elección, como si salió Claudia Sheinbaum con su ahijada de Aguascalientes, Nora Ruvalcaba.
El que ni siquiera se despeinó para que su candidato ganara fue Marcelo Ebrard, pues Salomón Jara tuvo una ventaja muy amplia en Oaxaca, igual que Mara Lezama, de PVEM, en Quintana Roo. Veremos cómo recomponen fuerzas.
En tanto, desde el domingo por la noche PAN y PRI magnificaban sus indiscutibles victorias destacando que aunque los morenos “querían todo, perdieron dos”, así que: “¡Hay tiro para el 2024¡” ¡Ternuras! ¿Obstinados, necios?
La triste realidad es que las elecciones mostraron que por más que se esfuercen, no tienen canicas para jugar la grande en el 2024, en tanto que Morena, aunque raspados, todavía cuenta con sus cuatro: Ebrard, Adán, Monreal y lo que haya quedado de Claudia Sheinbaum.
Vale decir que en las derrotas del PAN, Marko Cortés es el gran perdedor, no hizo equipo con sus candidatos y en el caso de Tamaulipas, que Cabeza de Vaca defendió más por sobrevivencia personal que por lealtad partidista, desde el arranque de la campaña de César, “Truko” Verástegui, dejaron solo tanto al candidato como a su gobernador, independientemente del rol que jugó la delincuencia organizada.
Por su parte el PRI, tras perder un bastión histórico como el estado de Hidalgo, donde nunca había llegado la alternancia, y de ser incapaz de retener Oaxaca ante la fuerza de Morena; tendrá que enfrentar la renovación de las gubernaturas de Coahuila y el Estado de México en 2023, mismas que si pierde, como en Los perritos de Cri Crí, “ya no le quedará nada, nada, nada”.
COLOFON
En ambas entidades, los actuales gobernadores de extracción priista, Miguel Ángel Riquelme y Alfredo del Mazo, respectivamente, lograron ganar la elección de 2017 por un estrecho margen que ahora, ante el acelerado avance de Morena y la falta de credibilidad del tricolor, se ven muy cuesta arriba para conservar.
Y aquí nos leemos el próximo domingo.