“El populismo te endulza los oídos con igualdad, libertad, Justicia o distribución de la riqueza y al final sólo es un repartidor de la misma miseria que decía que combatía”
Luis Gabriel Carrillo Navas
Ante la falta de resultados, la inequitativa distribución de la riqueza, el fracaso del modelo económico y la excesiva corrupción que ha generado, los gobiernos de centroderecha, progresistas, centro y en fin todo aquellos que no son de presunta izquierda por no llamarles neo populistas, han propiciado la llegada de nueva cuenta a nuestro continente de mesías salvadores de los pueblos.
Y es que las nuevas generaciones no registran en su memoria, los terribles resultados que los socialistas nos trajeron y nos recetaron durante muchos años, aumento de pobreza sin control, inflación guerrillas o grupos para militares en muchos caso antecedentes del crimen organizado, despotismo, por supuesto corrupción y en fin todo de lo que se quejan de los otros y que ellos los hombres y mujeres de “izquierda” también hacen.
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Es necesario decir que no son las izquierdas y las derechas las que degeneran los programas o a los gobiernos ¡NO!, eso es cosa de las personas que más con ambiciones que convicciones se parapetan en sus conceptos ideológicos, para ningún otro fin que no sea el de poder y riqueza.
Hoy más que nunca cobra sentido la frase de Otto von Bismark que dice “El político piensa en la próxima elección; el estadista, en la próxima generación.” Y es que nos hemos llenados de políticos -y a veces hasta aprendices-, sin visión, sin sentido de estado, con mucha praxis pero con muy poca síntesis.
Hoy México está lleno de esos políticos, de los que piensan que regalando el dinero a los que menos tienen les ayudan y la pregunta es ¿Cuándo una limosna ha sacado a nadie de su miseria?.
Presenciamos sin decir esta boca es mia como se destruye lo que creamos durante generaciones con mucho esfuerzo como el INE que ahora dicen que es costoso pues su hechura es a base de la desconfianza y que eso ya cambió ¿ya cambio?, y ¿la compra de votos?, ¿la distribución de dadivas? ¿la intervención del crimen?, entre otras dulzuras que hacen unos y otros.
Hoy se pasan por el arco del triunfo los procesos de licitación y adquisición, enmarcados en la Ley bajo los pretextos de la seguridad nacional y la urgencia de necesidad sentida, cuando hacer que los políticos se sometieran a ellas costo años de luchas democráticas, de buscar la transparencia; y esto bajo el pretexto de ganaron la elección y que el pueblo los respalda.
Esos, esos son los hombres y mujeres que se encuentran la política y que sin ideología alguna o más bien con la suya propia, ensucian la política y degeneran las pertenencias.
CONCLUYENDO
- Cuando la ciudadanía votamos por un cambio, damos un respaldo sí, pero no un aval de destrucción, tampoco un cheque en blanco para hacer lo que se quiera o crea o piense o se sienta que según ellos es lo mejor.
- Lo mejor para todos es generar riqueza y su justa distribución no que nos regalen nada, generar equidad, inclusión e igualdad, generar conocimiento, generar oportunidades para todos, generar y garantizar el Estado de Derecho y la seguridad de los ciudadanos, no dar despensas y apoyos sociales para siempre, no dar becas sin que el respaldo de ellas sea el aprendizaje, no regalar el dinero del contribuyente a personas que ni estudian ni trabajan y que al siguen igual.
- Hoy se requiere pensar no en la siguiente votación en la siguiente generación
- Esta colaboración se publica los lunes, espero que el resultado de la elección del domingo nos traiga una contienda democrática –sin participaciones de ajenos- y que genere equilibrios, de lo contrario estaremos atestiguando lo que he escrito en ocasiones anteriores, la nueva hegemonía en el poder y eso sería muy lamentable para México.
- Resultados del domingo: deseado 3-3, posible 4-2, casi un hecho 5-1
