Casualmente en México, estamos conmemorando 100 Años de haberse instaurado socialmente el Día de la Madre
Existen pensamientos y sentimientos mucho muy profundos en razón de haber celebrado el pasado 10, el Día de las Madres, y claro está, obviamente no es para menos, ya que se trata de HOMENAJEAR y RECONOCER el papel esencial de una MADRE que en donde quieraqueesté, con quien esté y en cualquier época del año sin importar alguno en particular, será siempre símbolo de guía, unión, educación, respeto, ejemplo, y más… ¡Ah, pero eso sí, la palabra MAMÁ es única, excepcional, universal e individual! Quienes orgullosamente han llevado consigo ese gran Don, y las que aún están por descubrirlo, es porque han sido y serán siempre privilegiadas por Dios Todopoderoso. Pero también qué decir de aquellas que ahora disfrutan de la presencia del Señor, que lucharon contra cualquier adversidad en su momento por dejar un gran legado en lo laboral, profesional, personal y familiar.
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Por otro lado, el papel de hijas e hijos lo acogemos todos por igual, con gran satisfacción, orgullo, alegría y buen sentido natural; donde quizá para muchos nada importe el que no sea de manera biológica, ya que, para algunos otros, con todo respeto, tal vez sea por afinidad o adopción. Sin embargo, el sentimiento que emana desde lo más profundo hacia aquellas hermosas mujeres que no les importa “quitarse el pan de la boca” para dárnoslo cuantas veces sea necesario, aunque no seamos sus hijos, y sean o no nuestras progenitoras, será siempre inmenso e incondicional el amor dedicado y depositado en ellas.
Casualmente en México, estamos conmemorando 100 Años de haberse instaurado socialmente el Día de la Madre, porque recordemos que fue el entonces periodista, director y además fundador del periódico Excélsior, Rafael Alducín, quien decidió lanzar en abril de 1922 una convocatoria en la cual sometía a diversos criterios de la sociedad en general, instituciones públicas y organismos empresariales de aquella época, el “Visto Bueno” para que dicho día fuese celebrado como tal en honor a todas las madrecitas mexicanas a partir del 10 de Mayo de ese mismo año.
Con lo anterior, nos hemos dado cuenta que ciertamente y sin lugar a duda, es un día muy ESPECIAL. Ahora veámoslo dentro del mes EXCEPCIONAL: recordemos y recorramos un poco por la vida de Nuestra Santísima Virgen María, quien, como ejemplo a seguir, tuvo el grandísimo Don de haber sido MADRE de Nuestro Señor Jesucristo, y que ese bellísimo papel de madre, aún sigue ejerciéndolo con todos y cada uno de nosotros, solo basta echar un vistazo a las Sagradas Escrituras y recordar la Tercera de las Siete Palabras de Cristo pronunciadas en la Cruz durante su crucifixión: “Mujer, he aquí a tu hijo. Hijo, he aquí a tu Madre” (Jn 19, 26-27). Es decir, a partir de ese entonces, Jesús nos entrega como hijos a Ella, y nosotros incondicionalmente la recibimos a Ella como Madre. Asimismo, a quien tenemos como Madre y de la cual debemos sentirnos orgullosos como cristianos católicos, es de la Santa Madre Iglesia extendida por toda la tierra.
El mes de Mayo, se ha arraigado y caracterizado por ser el Mes de María; aunque el primer día lo iniciamos con la celebración a San José, luego del Seminario Menor y Mayor, y posteriormente entramos al día 12; y aunque específicamente no hay festividad Mariana en esta fecha, –al menos en lo personal– inicio recordando que ese día coincide con las Doce Estrellas que la HONRAN como REINA en la Medalla Milagrosa; las Doce Estrellas que indican las doce tribus de Israel; las Doce Estrellas que significan los doce apóstoles. Pero también qué decir del Día Doce / 12 de Diciembre, el gran festejo de la siempre Virgen de Guadalupe (obviamente también no es de este mes, lo comento por la coincidencia u observación del mismo número doce). Después, para el día 13 de mayo, la celebración de Nuestra Señora de Fátima, cuya aparición se dio en Cova da Iria, Portugal en 1917; por lo cual, este año estamos conmemorando el 105 Aniversario de su primera aparición en dicho país.
Finalmente, el día de hoy todos los fieles católicos festejamos una advocación más de Nuestra Santísima Virgen María, solo que ahora como María Auxiliadora, quien ha aceptado este nombre, por auxilio de todos nosotros como comunidad cristiana; ya que siempre estaremos protegidos como hijos de Ella con su Manto Sagrado, la Medalla Milagrosa, el Santo Rosario, e infinidad de bendiciones de su parte.
Mis apreciables lectores de El Heraldo, concluyo con un hermoso pensamiento de nuestro Señor Arzobispo Emérito Carlos Cabrero Romero, con motivo precisamente del Día de las Madres: “Felicito sinceramente a las mamás con toda mi admiración, pero sobre todo lo que se sacrifican por amor a sus hijos, aunque éstos muchas veces sean ingratos”. “La Santísima Virgen María es prototipo de Madre y Mujer, Ella es un ejemplo a seguir para todas las Mamás, porque llevó en su vientre a Jesucristo, nuestro Redentor, y es Dios mismo el que les concede el Don de la maternidad, el cual deben agradecer, pues es una gran bendición”. Hasta la próxima…