En México, las enfermedades del corazón se posicionan como la segunda causa de muerte a nivel nacional.
Sufrir un infarto puede ser una de las experiencias más traumatizantes desde un punto de vista emocional, de cierta manera, te hace apreciar más la vida, sin embargo, al ocasionar un daño irreversible en alguna parte del músculo cardiaco surgen muchas dudas, por ejemplo, ¿cuándo podré tener intimidad? ¿Corro el riesgo de tener otro infarto?
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2021, cerca de 113,899 personas perdieron la vida debido a complicaciones relacionadas al corazón no especificadas.
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Una afección cardíaca no necesariamente se trata de un infarto, ya que incluye una gran variedad de padecimientos que afectan al corazón, por ejemplo, enfermedad en las arterias coronarias, defectos cardíacos de nacimiento, arritmias, insuficiencia cardiaca, infarto de miocardio, entre otras.
Tener relaciones sexuales implica realizar actividad física y acelerar el corazón, sin embargo, información de la Fundación Española del Corazón, revela que se considera una forma moderada de ejercicio y se compara con el mismo nivel de actividad que subir dos o tres escalones.
Aunque eso sí, es probable que después de sufrir un infarto te sientas más cansado de lo normal o que te falta el aliento, por ello el superviviente no sólo teme sufrir otro infarto durante el coito, sino también que su pareja viva un trauma intenso en caso de que esto suceda.
Un paciente clasificado como bajo riesgo puede tener intimidad después de una semana de haber dejado el hospital, sin embargo, si no es de bajo riesgo o el riesgo es desconocido, debería de realizarse una prueba de esfuerzo antes de pensar en retomar su vida sexual para detectar cuáles son las respuestas físicas del cuerpo ante un esfuerzo.
Por otra parte, los especialistas mencionan que las probabilidades de fallecer durante el acto sexual a causa de un infarto son sumamente bajas, describen que de 5, 559 casos de muerte repentina por cuestiones no traumáticas, sólo 34 de ellas fueron por problemas cardiacos durante el coito.
Sin embargo, destacan que en 27 de esos 34 decesos, la persona fallecida se encontraba con una persona distinta a su pareja.