El pasado lunes 2 de mayo fue el último día para presentar la declaración y pago de impuestos para personas físicas correspondiente al ejercicio del 2021.
A los que se les pasó la fecha y aún no cumplen con esta obligación, deben ponerse a mano con el fisco antes de que les llegue un aviso.
Si dejan pasar más tiempo, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) aplicará, además de una multa que va desde los mil 400 pesos hasta los 17 mil 370 pesos, recargos y actualizaciones en función de los días que se tarden en hacerla.
El presidente de la Asociación Mexicana de Contadores Públicos, Jesús Rodríguez Ambriz, explicó que si la declaración se presenta de manera espontánea, es decir antes de que la autoridad lo contacte vía buzón tributario, pueden salvarse de pagar la multa.
Multas por no hacer declaración anual
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No presentar la declaración amerita una multa que va desde los mil 400 pesos hasta los 17 mil 370 pesos, señaló.
Por presentarla fuera de plazo la sanción es de mil 400 pesos hasta 34 mil 739 pesos.
Dichas multas se pueden reducir el 20% si se pagan dentro de los 45 días a que la autoridad envíe el crédito o adeudo fiscal, mencionó.
Pero aclaró que el pago de las multas, no libera al contribuyente de la obligación de presentar la declaración.
De no hacerla, advirtió que se corre el riesgo de que el SAT le cancele los sellos digitales, que es la herramienta para timbrar los recibos o facturas electrónicas.
Si el contribuyente tiene un saldo a favor, cuenta hasta con cinco años para poder pedir la devolución o la compensación de impuestos.
Jesús Rodríguez, afirmó que aquellos que aún no cumplen, todavía pueden ponerse a mano con el SAT.
Recordó que en el Código Fiscal de la Federación, se establece que la autoridad tiene hasta cinco años para requerir al contribuyente que actualice sus obligaciones pendientes.
Hay que tomar en cuenta que tenemos una administración tributaria digitalizada, indicó, al señalar que eso significa que la autoridad puede invitar o requerir al contribuyente vía el buzón tributario, y por lo tanto la fiscalización es más inmediata.
Así que recomendó a todos los que dejaron pasar la fecha límite a ponerse al corriente antes de que la autoridad los requiera.
“El costo será menor que la fiscalización, ya que es un acto de molestia para los contribuyentes por las multas, recargos y actualizaciones”, manifestó.
Rodríguez enfatizó que hoy en día lo mejor es cumplir, porque ahora hay que pensar en el contribuyente como un proveedor, y como tal, se le pide la Constancia de situación fiscal, misma que es emitida por el SAT para saber si está al día con sus compromisos fiscales.
Es decir, es una especie de carta de recomendación que es tomada en cuenta también en el buró de crédito.
