(Barry E, New York Times)
Tercera parte
Recientemente se añadió al Manual de Diagnóstico y Estadística de los Trastornos Mentales al “duelo prolongado”.
La decisión marca el fin de un largo debate dentro del campo de la salud mental y hace que los investigadores y médicos consideren el duelo intenso como objeto de tratamiento médico, que describe a una porción reducida de la población que está incapacitada, sufriendo y rumiando un año después de una pérdida y se encuentra incapaz de retomar sus actividades.
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La naltraxona, medicamento utilizado para tratar la adicción, está actualmente en fase de ensayo clínico para terapia de duelo.
“No estoy en absoluto de acuerdo con que el duelo sea una enfermedad mental”, dijo Joanne Cacciatore, profesora asociada de trabajo social en la Universidad Estatal de Arizona, que dirige un centro de acogida para personas en duelo.
Los orígenes del nuevo diagnóstico pueden remontarse a los noventa, cuando Holly Prigerson, investigadora en salud pública psiquiátrica, estudiaba a grupo de pacientes de edad avanzada para reunir datos sobre la eficacia de los tratamientos contra la depresión.
Muchos de los síntomas del duelo intenso, como “la nostalgia, la añoranza y el anhelo”, eran distintos de la depresión y predecían malos resultados, como la presión arterial alta y las ideas suicidas.
En la mayoría de las personas los síntomas del duelo alcanzan su punto máximo en los seis meses posteriores a la muerte. Un grupo de personas atípicas calcula que es el cuatro por ciento de los afligidos se queda “atascado y abatido”, sigue con problemas de humor, funcionamiento y sueño a largo plazo.
En 2010, cuando la Asociación Estadounidense de Psiquiatría propuso ampliar la definición de depresión para incluir a las personas en duelo, provocó una reacción violenta, lo que reforzó crítica más amplia de que los profesionales de la salud mental estaban sobre-diagnosticando y sobre-medicando a los pacientes.
Es algo diferente a la depresión y más relacionado con los trastornos del estrés, parecido al trastorno de estrés postraumático, “Parece como si hicieras del amor una patología”.
M. Katherine Shear, profesora de psiquiatría de la Universidad de Columbia y directora fundadora del Centro de Duelo Prolongado, lleva estudiando esta condición desde 1995; alcanza objetivos adecuados con programa de 16 sesiones, llamado terapia de trastorno de duelo prolongado.