Tras librar una de sus más grandes batallas abajo del ring: las adicciones, el excampeón mundial Miguel Ángel González expresó su deseo de regresar al cuadrilátero.
“El Mago” González (51-5-1, 40 KO’s), quien conquistó el cetro Ligero del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en 1992, quiere protagonizar una pelea de exhibición con el legendario Julio César Chávez (107-6-2, 85 KO’s).
El 7 de marzo de 1998 estos guerreros mexicanos empataron en una batalla a 12 rounds en la Monumental Plaza de Toros México donde estaba vacante el cetro Superligero del organismo verde y oro.
¡SIGUE NUESTRO MINUTO A MINUTO! Y ENTÉRATE DE LAS NOTICIAS MÁS RELEVANTES DEL DÍA
“Ahora que estoy bien y me he fortalecido quisiera tener una exhibición de campeones del mundo, ahora que están de moda. Me gustaría de alguna manera, si me lo permite el campeón Julio César Chávez, a quien agradezco por estar al pendiente (de mi salud).
“Supe que estuvo interesado en invitarme a sus clínicas y le mando un caluroso y afectuoso saludo a él y a toda su familia. Pero me gustaría dejar en claro, de alguna manera dejar en claro ese empate, a ver si me da la oportunidad”, declaró González, quien fue dado de alta de la clínica Hacienda Nueva Vida tras seis meses de rehabilitación.
Mauricio Sulaimán, presidente del CMB, le entregó un cinturón a González tras librar la batalla de las adicciones. “Vas a enfrentar en un ring diferente y a defender tu campeonato de la vida todos los días y que sea la inspiración para que lo defiendas exitosamente todos los días, hasta tu último suspiro”, le dijo Sulaimán Saldívar.
El exmonarca mundial recibió el cariño de sus excompañeros de rehabilitación, quienes agradecieron sus consejos de boxeo; de los excampeones Mariana Juárez, Carlos Cuadras y Carlos Zárate, así como de la campeona Supermosca CMB Lourdes Juárez.
“El demonio del alcohol no respeta campeones, ni sexo, ni posiciones sociales y una vida libre de alcohol y drogas se vive mejor.
Reconozco y acepto haber caído en un estado de negligencia alcohólica y que necesitaba ayuda y afortunadamente con la intervención oportuna del Consejo Mundial de Boxeo y de Mauricio Sulaimán salimos adelante.
“Me he levantado de la lona, me he puesto de pie nuevamente porque quiero, de alguna manera, morir como los árboles: de pie”, mencionó González.