Fueron protagonistas de una de las mejores trilogías en la historia del boxeo, ambos orgullosamente mexicanos pero con una rivalidad que sí tuvo “odio” de por medio.
A casi dos décadas de la última vez que se enfrentaron en un ring, Marco Antonio Barrera y Erik Morales siguen siendo “rivales” y hay cosas que no se olvidan entre ellos.
Si bien han vuelto a estar en el ojo público por el podcast Un Round Más, que ha generado una nueva disputa entre ambos por los derechos del nombre, el Barreta Barrera recordó la historia de cómo conoció al Terrible Morales y la anécdota de un supuesto golpe que lo mandó a la lona en un sparring entre ambos.
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“Yo entrenaba en un gimnasio y llegó él, era medio payaso y me dicen que si no quiero que hagamos unos rounds. Nos pegamos duro y recuerdo que me resbalo, pero él me festejaba como si me hubiera tirado y a la fecha dice que me tiró, ya no lo digo nada porque si en 36 rounds de nuestras tres peleas nunca pudo tirarme, cómo lo iba a hacer en un entrenamiento”, le contó el capitalino al periodista deportivo Pedro Antonio Flores.
A partir de ese momento se convirtieron en acérrimos rivales y Barrera afirma que sí había odio entre ambos, al punto de mentarse la madre en pleno ring e insultarse con tal de buscar noquearse, por ello sus tres peleas entre 2000 y 2004 los llevaron a lo más alto del mundo del pugilismo.
“Él me va a tener presente toda su vida y yo a él. Fuimos lo mejor que nos pudimos pasar, incluida la controversia porque sin ella no habríamos tenido esas tres guerras y súmale el odio que Morales le tenía a los del Distrito Federal. También la prensa ayudó a acrecentar la rivalidad, no habían redes sociales y todo era de frente”, expuso.
“Fue tanta la enemistad que yo en mis campamentos de entrenamiento me decía que podía ganarme el que fuera, menos el Terrible. En la primera pelea, en el cuarto o quinto round, él me pega un derechazo que ya me iba para la lona, pero conforme caía recuerdo que me dije que el Terrible no me ganaba y por eso aguanté”.