La palabra feromona se crea con los vocablos “phero” y “hormone”, lo cual podría traducirse como “llevar excitación”.
Las feromonas son sustancias que todo ser vivo produce y pueden cambiar el comportamiento de quien las percibe, causando una respuesta.
En 1986, los investigadores descubrieron que los humanos también producen feromonas. Éstas ayudan a conocer el estado de salud y de ánimo, además de marcar la disponibilidad o compatibilidad sexual, tal como señala la Universidad Veracruzana.
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Investigación sobre las feromonas
Desde hace tiempo se dice que el olor corporal juega un papel importante en la atracción sexual. Algunos científicos han demostrado que los varones pueden captar el olor de la ovulación y eso hace que sientan más atracción por la mujer durante ese ciclo.
Aunque también se dice que las mujeres se sienten atraídas por el olor corporal que encuentran atractivo.
El Dr. Arnaud Wisman, psicólogo de la Universidad de Kent, es el responsable de la investigación. Llevó a cabo el estudio para descubrir si los humanos pueden comunicarse a través de las feromonas y si esto ayuda a detectar la excitación sexual.
Para obtener información, Wisman recolectó las muestras del sudor de 11 mujeres heterosexuales. Tomó diferentes muestras de cada mujer, mientras veían un documental y al ver una película erótica.
Una vez recolectadas las muestras, le pidió a 24 hombres heterosexuales que evaluaran de manera aleatoria las muestras.
Cada uno registró qué tan intenso o atractivo encontraba cada aroma. De acuerdo a esos datos, Wisman comprobó que los hombres distinguen cuando una mujer está excitada y cuando no lo está.
“Los estudios actuales sugieren que los hombres son sensibles a las señales olfativas de excitación sexual liberadas por las mujeres.”, señala Wisman.
Con su investigación queda comprobado que sí se puede diferenciar un olor de otro. Además, el olfato tiene un papel importante y es una herramienta que funciona para saber si hay interés sexual por otro o no.
En la excitación sexual también influyen factores emocionales y físicos. Por eso el cuerpo se comunica de diferentes maneras para tener interacción con otros.
La mirada, una sonrisa o un roce de piel con piel son señales que no tendrán el mismo significado ni efecto de una persona a otra. ¿Te ha pasado?
