En general cuando existe falta de apetito sexual aparece un gran malestar tanto para el que lo sufre como para la otra parte de la pareja.
Has perdido el apetito sexual y solo pones excusas? No siempre vamos a tener las mismas ganas de mantener relaciones sexuales. De hecho muchas veces es probable que hagamos el amor solo para satisfacer a nuestra pareja y en el fondo no nos apetezca. Puede que cuando nos vemos obligados a mantener relaciones íntimas el efecto sea el contrario, afectando más a nuestra falta de deseo sexual y generándonos emociones negativas al respecto.
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El apetito sexual va cambiando en toda relación. Todos a los largo de nuestra vida recorremos diferentes etapas o grados de interés sexual. Aun así es importante tener viva la llama sexual para que una relación funcione. El sexo ayuda a solucionar muchos conflictos.
COMO AFECTA LA FALTA DE APETITO SEXUAL EN LA PAREJA
Cuando la falta de apetito sexual se alarga en el tiempo puede generar preocupación y problemas en la relación pareja.
Cuando se deja de mantener relaciones sexuales, las ganas disminuyen cada vez más, lo que puede generar un sentimiento de culpabilidad. “Hoy me duele mucho la cabeza” es una de las excusas más frecuentes que usamos cuando experimentamos falta de interés sexual. En la misma línea, nos da miedo decir abiertamente que no nos apetece.
Cuando este tipo de situaciones se repiten en el tiempo, no es de extrañar que el otro miembro de la pareja empiece a preocuparse. En general cuando existe falta de apetito sexual aparece un gran malestar tanto para el que lo sufre como para la otra parte de la pareja.
Si nuestra pareja experimenta falta de apetito sexual pero nosotros queremos mantener relaciones íntimas, al no verla receptiva, puede que pensemos que ya no nos quiere o no nos ve lo suficientemente atractivos. También podemos creer que el problema es que no le satisfacemos sexualmente o incluso que existe un amante. Esto genera inseguridades, grandes preocupaciones y ansiedad que afectan a la autoestima de la pareja.
Como consecuencia, si no tenemos apetito sexual, puede que nuestra pareja finalmente opte por dejar de intentarlo por el miedo a ser rechazado/a de nuevo. Por eso, en estos casos, es muy importante la comunicación en la pareja. Se trata de poder hablar abiertamente del problema y expresarle a nuestra pareja nuestros sentimientos para que entienda lo que está sucediendo y evitar generar un malestar general en la pareja.