Rusos hacen largas colas para obtener dinero en efectivo en medio del desplome del rublo

Rusos hacen

La invasión rusa en Ucrania —y las duras sanciones impuestas por Occidente— ya están teniendo serias consecuencias económicas en el país liderado por Vladimir Putin.

A primera hora de este lunes se desplomó el valor del rublo, la moneda local, cayendo más de un 30%.

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Para hacer frente a la crisis, el Banco Central de Rusia duplicó su tasa de interés, elevándola del 9,5% al 20%, en un intento por contener la devaluación de su moneda.

El colapso del valor del rublo erosiona el poder adquisitivo de la moneda y podría perjudicar los ahorros de los rusos, quienes ya están mostrando algunas señales de inquietud.

Este fin de semana, cientos de personas hicieron largas colas en distintas ciudades del país para acceder a cajeros automáticos y casas de cambio, y así poder retirar dinero en efectivo.

Los rusos están preocupados de que sus tarjetas bancarias dejen de funcionar o de que se establezcan límites en la cantidad de efectivo que pueden retirar.

Previo a una reunión de emergencia entre el presidente Putin y sus asesores económicos este lunes, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo: “Estas son sanciones severas, son problemáticas, pero Rusia tiene el potencial necesario para compensar el daño”.

Además, aseguró que Moscú responderá con sus propias sanciones.

En la misma línea, el Banco Central llamó a la calma y dijo que tiene “los recursos y herramientas necesarias para mantener la estabilidad financiera”.

Sanciones

En los últimos días, Occidente ha aplicado duras sanciones a Rusia en respuesta a la invasión en Ucrania.

Una de las más fuertes es la eliminación de varios bancos rusos de la red SWIFT, el principal sistema de pagos internacional. Rusia depende en gran medida de este sistema para sus exportaciones de petróleo y gas.

Además, Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Europea prohibieron los tratos con el Banco Central, los fondos de inversión estatales y el ministerio de Finanzas.

Rusia tiene alrededor de US$630 mil millones en reservas, acumulada a partir de los altos precios del petróleo y el gas.

Pero debido a que gran parte de este dinero se almacena en monedas extranjeras como el dólar, el euro y la libra esterlina, además del oro, una prohibición occidental de negociar con el Banco Central de Rusia restringe el acceso de Moscú al efectivo.

La semana pasada, el Banco Central de Rusia se vio obligado a aumentar la cantidad de dinero que suministra a los cajeros automáticos después de que la demanda de efectivo alcanzara el nivel más alto desde marzo de 2020.

Análisis de Theo Leggett, corresponsal de negocios de la BBC

Las sanciones impuestas por la Unión Europea, Estados Unidos, el Reino Unido y otros no tienen precedentes.

Una cosa es bloquear las reservas de divisas de un país como Irán o Venezuela, y otra muy distinta es actuar contra Rusia, un país con un papel importante en el comercio mundial y un proveedor clave de petróleo y gas.

La reacción en los mercados de divisas ha sido dramática: el rublo se desplomó, a pesar de los esfuerzos del banco central para apuntalarlo utilizando las tasas de interés.

Aunque ya hay personas retirando dinero de los cajeros automáticos en Rusia, los ciudadanos aún no han sentido el real impacto.

Como mínimo, los precios aumentarán drásticamente; colapsos bancarios, hiperinflación y una profunda recesión son potenciales consecuencias.

Pero las sanciones son una calle de doble sentido.

Cortar al banco central de sus reservas y limitar el acceso de las instituciones rusas a la red SWIFT no solo dañará a Rusia: las instituciones occidentales también enfrentan pérdidas por deudas, por ejemplo.

Y luego está el riesgo de contramedidas de Rusia, que podrían afectar las exportaciones de energía.

Es notable que se impongan sanciones tan amplias de una manera tan unificada. También es una apuesta muy grande.