“Ese inmenso país (Rusia, aclaro yo) no necesita absolutamente nada de Ucrania.
Rusia no invadió a Ucrania el 16 de febrero ni la invadirá el día 20 del mes que corre, ni después, ¡mienten los medios de comunicación pro-estadounidenses! pues “Ese inmenso país (Rusia, aclaro yo) no necesita absolutamente nada de Ucrania, ni siquiera una posible posición estratégica, puesto que con el retorno de Crimea al seno de la que siempre fue su patria, Rusia aseguró la base naval que necesitaba para su flota de guerra y una salida al mar Mediterráneo, ambas cosas indispensables para su seguridad nacional.
Si la paz mundial dependiera de la conducta rusa ante Ucrania, ya podríamos dormir tranquilos”. (Aquiles Córdova Morán, 10 febrero, El Universal). Pero, “detrás, en la sombra, se ocultan las grandes compañías de armamento o gas que financian las campañas de los políticos norteamericanos. No es casual que el hijo de Biden, Hunter Biden, haya tenido importantes negocios gasísticos en Ucrania” (Eduardo Luque, 29 enero).
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Después de la Segunda Guerra Mundial, EEUU organizó la “guerra fría” y crearon la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), su brazo armado, para asegurar su dominio completo en el planeta entero, ignorando que en dicha guerra también participó la URSS y que fue ella precisamente la que derrotó a Hitler en el terreno de las armas.
Sin embargo, EEUU gana la “guerra fría” en 1991 y la URSS se desintegra, se formaliza entonces la rendición donde Gorvachov -exlíder soviético- y aliados hicieron dos peticiones: 1) que la OTAN no crecería ni una pulgada hacia oriente, 2) no incorporar a sus filas a ninguna república ex soviética.
Ahora, 31 años después y con la OTAN ante sus puertas, resurge Rusia de sus cenizas como verdadera potencia militar liderada por Vladimir Putin y son, nuevamente, El Pentágono, los más ricos entre los ricos de Estados Unidos y sus monopolios trasnacionales, quienes arman a Kíev, la capital ucraniana, para que recupere Donetsk, Lugansk y Crimea, y luego apoderarse de los recursos naturales rusos, en otras palabras: “…de las reservas más valiosas de petróleo, gas natural, diamantes y oro del mundo”. (ACM, 10 febrero, El Universal), incluyendo bastos recursos madereros y enormes reservas de minerales.
Rusia no está sola, China apoya en exigir a EEUU atenerse estrictamente a la legislación internacional establecida por la ONU; también el presidente de la República Checa, Milos Zeman, dijo ayer sobre los servicios de inteligencia de EEUU que “fracasará por tercera vez, como fracasó en Irak y Afganistán; por su parte, Hungría y Croacia se oponen a enviar soldados y armamento a Ucrania, mientras que Lukashenko, presidente de Bielorrusia, se ha manifestado contra la “estupidez de los políticos occidentales”.
Sin embargo, EEUU intensifica su política guerrerista apoyándose en el gobierno golpista e ilegítimo de Kíev, iniciada hace 8 años con el golpe de Estado que impulsó el gobierno norteamericano en el 2014 y que suscitó el surgimiento de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk que ahora exigen el cumplimiento de los Acuerdos de Minsk, firmados en 2015 por Ucrania, Francia, Alemania y Rusia, que obligan a 1) reconocer la autonomía de ambas repúblicas, 2) aceptar como legítima la voluntad de Crimea de pertenecer a Rusia, y 3) que Ucrania y Georgia no formen parte de la OTAN. Todos los acuerdos fueron ratificados por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Alfredo Jalife, profesor de ciencias políticas y sociales de la UNAM, sostuvo hace unos días, en Rusia Today, que EEUU y Gran Bretaña “… quieren la guerra de Ucrania contra Rusia para disminuir la alianza de Rusia y China, romper el acercamiento de Rusia con Alemania a través del (gasoducto) “Nord Strem 2”, y aumentar su popularidad en la encuestas, pues Biden está muy bajo y está siendo derrotado más que por el retorno del Trumpismo, por la hiper-inflación y la crisis económica, que es la mayor en los últimos 40 años”.
“La paz del mundo… depende de que Estados Unidos y la OTAN entiendan que no lograrán engañar a sus poderosos oponentes y, en consecuencia, que se sienten a negociar con honradez, limpieza y espíritu de conciliación para alcanzar un tratado de paz beneficioso para todos.
La vida entera del planeta depende de eso” (ACM 10 febrero, El Universal). A los pueblos de la tierra no nos queda otro recurso que entender la situación, promover, al menos en las redes, la defensa mundial de las repúblicas autoproclamadas del Donbass, Donestk y Lugansk que están siendo bombardeadas por los nazis golpistas de Kíev, instruídos por soldados mercenarios de la OTAN y azuzados a una guerra civil por las élites militares imperialistas que no han encontrado otro camino para seguir enriqueciéndose, dejando a la humanidad con guerras y revueltas intestinas en el territorio y la gente de otros países, eso son, han sido y serán los norteamericanos y los ingleses.
Ellos son los guerreristas y los enemigos de la paz mundial. Así lo demuestra la historia y los acontecimientos de última hora con el bombardeo en Donetsk y Lugansk, que son luchadores por la libertad y defensa de su patria y su suelo natal, a quienes les decimos desde aquí lo que dijo Mediz Bolio: “Que la soberbia aleve halle su brazo alerta”.