Tuvo que dejar su natal Durango en plena adolescencia para emprender una nueva vida en Minnesota, Estados Unidos.
Fue así que Jonathan Soto se convirtió en esquiador de fondo, disciplina que ahora lo tiene en Beijing 2022, donde en la madrugada de este viernes hará su debut como atleta olímpico de invierno mexicano.
Con su plaza para la justa china conseguida el año pasado en su primer Mundial de la disciplina, Soto quiere ser quien siga los pasos de Germán Madrazo, el mexicano que participó en PyeongChang 2018, quien terminó su prueba en último lugar, a pesar de lo cual se ganó el respeto del mundo.
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“Cuando lo vi pasar la meta se me hizo emocionante. No necesariamente lo hizo en un buen lugar, pero la terminó y ahí dije que yo también podía hacerlo.
Actualmente él es mi guía”, dijo Soto en entrevista con MedioTiempo. Madrazo es entrenador de Jonathan desde hace poco más de tres años.
Fue el mismo Soto quien se acercó a Germán a través de la Federación Mexicana de Esquí. RENUNCIÓ AL FUTBOL Y AL ATLETISMO POR AMOR AL ESQUÍ Jonathan Soto estudio la preparatoria en Minnesota.
Ahí se inscribió en el equipo de atletismo y futbol. Durante el invierno, no hacía actividad física debido a las bajas temperaturas y la nieve que invade Minnesota.
Así fue como se acercó al esquí, especialmente en la modalidad de fondo. Poco a poco aprendió las técnicas y la resistencia necesaria para completar una ruta de 15 kilómetros.
“Empecé a hacer la disciplina en la Prepa, me mudé a Estados Unidos en la secundaria. Me metí a futbol y atletismo, pero para el Invierno necesitaba hacer algo y empecé a hacer el esquí por diversión. Me empezó a gustar mucho, y renuncié a atletismo y futbol”, relató.