Entradas a menos de la mitad de precio respecto a su valor hace un par de semanas.
Cowboys, Steelers, 49ers o Tom Brady, esos eran los nombres que los aficionados de la NFL aparentemente esperaban en el Super Bowl LVI, pero la “decepción” de tener a dos equipos impopulares como Cincinnati Bengals y Los Angeles Rams ha deprimido incluso a la reventa, con entradas a menos de la mitad de precio respecto a su valor hace un par de semanas.
La plataforma StubHub, en la que se revenden legalmente boletos para grandes eventos musicales, artísticos y deportivos, es el claro ejemplo de lo “desangeladas” que son ambas franquicias para el aficionado a la NFL y el público común del Super Bowl, ese al que suele interesarle más el espectáculo del entretiempo que el juego en sí.
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Al comienzo de la Postemporada, cuando estaban vivos equipos como Packers, Steelers, Patriots, Cowboys, Niners, Chiefs y los campeones defensores Buccaneers, en dicho portal se vendían por encima de los 10 mil dólares (más de 200 mil pesos) las entradas generales más baratas para el Super Bowl, las de la última fila en el rincón.
Con el paso de las rondas y la eliminación de los personajes de interés popular, actualmente esos tickets en la misma zona se encuentran desde los 3 mil 400 dólares (menos de 70 mil pesos mexicanos), una cantidad que sigue siendo significativa, pero “regalada” para lo que suele pagarse por estar en el partido más importante del deporte en EE.UU.
