El conflicto de interés y el dinero.
Dicen que en la vida nada es casual, en política menos y en los negocios nunca; hace unos días y al siguiente de que Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad diera a conocer las lujosas mansiones donde han habitado José Ramón López Beltrán –hijo del Presidente- y su familia en Houston, Texas, Estados Unidos, durante los últimos años y las cuales eran propiedad de altos ejecutivos de la empresa Baker Hughes, misma en la que su nuera Carolyn Adams, esposa de José Ramón ha sido cabildera y que tiene contratos en PEMEX por más de 151 millones de dólares algo así como poco más de 3 mil millones de pesos, el Presidente López Obrador descalifico la investigación y a los periodistas que la realizaron y dieron a conocer pero nunca negó las afirmaciones incluso dijo “parece que la señora tiene dinero”.
Es importante decir que pareciera olvidársele al Gobierno de la República que, desde hace algunos años en este País, como en muchos otros del mundo, existe en la Ley algo conocido como conflicto de interés.
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Así las cosas, al ser Carolyn Adams esposa de su hijo José Ramón es su nuera –del Presidente-, lo que conforme al Código Civil los liga en parentesco por afinidad.
En este orden de ideas la Ley General de Responsabilidades Administrativas define el conflicto de interés (Artículo 3, fracción VI) como: “La posible afectación del desempeño imparcial y objetivo de las funciones de los Servidores Públicos en razón de intereses personales, familiares o de negocios”.
Señala además este ordenamiento respecto de los principios y directrices con los que debe conducirse un servidor público que: “Se abstendrán de asociarse con inversionistas, contratistas o empresarios nacionales o extranjeros, para establecer cualquier tipo de negocio privado que afecte el desempeño imparcial y objetivo en razón de intereses personales o familiares, hasta el cuarto grado por consanguinidad o afinidad”.
Por otra parte, no es de interés público cómo gasta, invierte o utiliza su dinero la familia López – Adams, lo que si lo es, es como lo obtuvieron; que se sepa el hijo del Presidente López Obrador no tiene ni ha tenido empleo o actividad económica conocida, en tanto que Carolyn Adams (nuera del Presidente) es ejecutiva de cabildeo o lobbying para varias empresas.
No tendría nada de particular que ella fuera quien mantuviera el hogar, salvo por su relación parental con el Presidente de la República y su actividad laboral, lo que obligaría a ella a decírselo al Ejecutivo y a este ponerlo en su declaración de conflicto de interés, dada la relación por afinidad con ella, actos todos contenidos en la Ley.
CONCLUYENDO
- Me uno al llamado de no violentar el discurso contra los periodistas eso solo aumenta la polarización y el peligro en el desempeño de la profesión que ya de por si es peligroso y tiene a México como el cuarto País del mundo más peligroso para el ejercicio del periodismo, solo por debajo de naciones en guerra como Siria o Afganistán.
- No es si quienes publicaron el reportaje son buenos o malos, conservadores o fifís, mercenarios o faltos de inteligencia, no nos equivoquemos ni perdamos de vista que de fondo es el conflicto de interés que existe y que está a la vista.
- Como lo ha dicho el Presidente el que nada debe nada teme así que lo que corresponde es que se realice la investigación respectiva y se aclaren los hechos; espero no sea un refrito de los Peña también lloran y su hada exculpadora Virgilio. Hay que tener tantita memoria.
- Y si de memoria se trata que se recuperen –como se ha hecho- los mismos dichos del Presidente y sus seguidores, que han quedado consignados en las “benditas redes sociales”.
- Por favor tantita memoria, tantita.
