Los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín se inauguraron en una ceremonia ambientada en la nieve y el hielo en el estadio Nido, la que concluyó con dos jóvenes atletas chinos, una de ellos miembro de la minoría uigur, enciendo el pebetero.
Durante una actuación que se prolongó más de lo previsto en una gélida noche en la capital china, el presidente Xi Jinping declaró la apertura de unas Olimpiadas cuyos preparativos se han visto acosados por la pandemia y las críticas sobre los derechos humanos en China.
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Dinigeer Yilamujiang, una esquiadora de fondo de 20 años nacida en Altay, en la región occidental de Xinjiang, encendió el pebetero junto a Zhao Jiawen, de 21 años, que compite en combinada nórdica, finalizando un relevo de antorchas.
La identidad de quien enciende el pebetero se mantiene tradicionalmente en secreto hasta el último momento, y la inclusión de Dinigeer fue digna de mención, ya que el trato que China da a su minoría musulmana uigur fue el detonante de un boicot diplomático de varios países occidentales, entre ellos Estados Unidos.
China rechaza las acusaciones de abusos contra los derechos humanos y trató de transmitir un espíritu de inclusión durante la ceremonia del viernes por la noche, en la que la bandera china pasó entre 56 personas que representaban a sus diferentes grupos étnicos antes de ser izada para el himno nacional.
NIEVE Y HIELO
La ceremonia del viernes, celebrada en un estadio Nido parcialmente lleno, escenario del lanzamiento triunfal de los Juegos de Verano de Pekín en 2008, estuvo llena de imágenes de hielo y nieve, con la declaración de Xi seguida de “patinadores” vestidos de rojo que se deslizaban por un hielo virtual.
Los acompañó una versión de la canción de John Lennon “Imagine”, que se ha convertido en un elemento fijo de las ceremonias olímpicas.
Celebrada el primer día de la primavera según el calendario chino, la ceremonia comenzó con una actuación de bailarines que agitaban tallos verdes brillantes para transmitir la vitalidad de la estación, seguida de una explosión de fuegos artificiales blancos y verdes que deletreaban la palabra “Primavera”.
En un cubo tridimensional que se asemejaba a un bloque de hielo, los láseres tallaron figuras de cada uno de los 23 Juegos de Invierno anteriores. A continuación, el bloque fue “roto” por jugadores de hockey sobre hielo, lo que permitió la aparición de los anillos olímpicos, todos ellos de color blanco.
A continuación tuvo lugar el tradicional “desfile de las naciones”, en el que cada una de las 91 delegaciones, entre ellas México, fue precedida por una mujer que portaba una pancarta en forma de copo de nieve.
Siguiendo la tradición olímpica, el desfile fue encabezado por Grecia y el resto se ordenó por el número de trazo del primer carácter de su nombre en chino, por lo que Turquía fue la segunda, seguida de Malta, y la anfitriona, China, la última, lo que provocó los rugidos del público del estadio.
Las entradas de “Hong Kong, China”, así como la de Rusia, también generaron aplausos.
El presidente ruso, Vladimir Putin, el líder extranjero de más alto nivel presente en los Juegos, pudo verse en el estadio sin mascarilla. Sin embargo, los atletas de su país no pudieron llevar su bandera debido a las infracciones de dopaje, desfilando en su lugar bajo el estandarte del Comité Olímpico Ruso.