“Los miserables”

Los Rostros de la Vulnerabilidad.
Ileana Filio

El proceso de acceso al empleo del público en riesgo de exclusión aumenta por el número de característica que puede tener algún grupo vulnerable determinado.

Numerosos requisitos y estigmas son los que pasan las personas para tener acceso al ámbito laboral que si bien asociaciones civiles, algunas empresas e instituciones púbicas han efectuado esfuerzos para promover el acceso al empleo de las personas que presentan mayores dificultades, todavía falta mucho para lograr una verdadera inclusión laboral.

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La Unión Europea considera el empleo y la formación como instrumentos de lucha contra la exclusión, la pobreza y la discriminación. Contar con una ciudadanía laboral activa es la mejor manera para participar y hacer valer nuestras capacidades individuales y sociales.

El hecho de tener un empleo garantiza el acceso a otros ámbitos como la vivienda, salud, educación, bienestar familiar, etc. generando así una salud psicosocial que repercute por supuesto en una salud ciudadana.

Todas y todos tenemos derecho a un trabajo digno, pero, ¿Qué pasa con un público vulnerable como son las personas que ya cumplieron una sentencia dentro de un penal?

La inserción es preciso relacionarla con el desarrollo de la propia identidad personal y profesional de las personas y la reinserción social es un proceso continuo, dinámico y en ocasiones lento, incierto y desgraciadamente “estigmatizado” de las personas que estuvieron privadas de la libertad.

Si a esto le agregamos el género, las características personales, sociales y culturales de las personas y el entorno donde se desenvuelve la brecha para la inclusión laboral se vuelve más estrecha.

Una mujer “ex convicta” sufre de mayor rechazo que el hombre, precisamente porque en la cultura no cubre los requisitos de la “mujer buena” “abnegada” “madre sumisa y sacrificada”. Una mujer que estuvo en la cárcel para la sociedad es una mujer “mala” “madre desobligada” “mala esposa” y Mala Hija”.

Mientras que en un centro penitenciario el varón puede recibir visitas hasta 10 personas, desgraciadamente a la mujer la abandonan a su suerte. por 10 hombres recluidos 7 reciben visitas, y de 10 mujeres que están recluidas 3 (y me voy alta), reciben visitas. ¡Así los números!

La participación ciudadana asume un papel protagónico, gestor, generador y controlador de su salud y de la comunidad. Las políticas públicas, están compuestas por estrategias y programas; elaborados sobre la base de la inclusión del ciudadano (a) como actor principal y en el caso de la reinserción social no debe de ser a excepción.

¿Pero que sabemos del proceso de reinserción por el que pasa una persona que ya pago y cumplió su sentencia por un delito cometido? Nada o casi nada, solo seguimos castigado al ciudadano(a) como si fuera todavía un “Delincuente”.

Pareciera que el mundo sigue en el tiempo de la gran obra literaria “Los Miserables”. En donde su argumento de la novela de Víctor Hugo se centra en la historia de Jean Valjean, condenado a prisión por robar una pieza de pan para sus sobrinos. Al salir de la cárcel, Valjean reincide en el robo, pero la buena voluntad de un sacerdote lo hace reformar su vida.

Esta obra maestra de la literatura francesa, fue escrito en 1862; obra considerada de las más importantes del siglo XIX; y ¿Qué ha cambiado desde entonces? Fácil. ¡todo!

Menos el pensamiento humano sobre la caridad espiritual.

Víctor Hugo desnuda en toda la obra: el bien y el mal. Si la ley está concebida para el castigo, el amor y la fe están concebidos para la rehabilitación y la reinserción, pues la invoca y la motiva por medio del personaje del obispo Myriel. Con la frase célebre:

“Veamos el camino por donde ha pasado la falta”.