Rafael Nadal se clasificó con mucho sufrimiento para las semifinales del Abierto de Australia, primer ‘Grand Slam’ de la temporada, tras derrotar en un duro partido al canadiense Denis Shapovalov en cinco sets por 6-3, 6-4, 4-6, 3-6, 6-3, donde su experiencia y capacidad de aguante fueron claves.
No lo pasó nada bien el balear en la Rod Laver Arena, donde su rival le exigió lo mejor de sí mismo a nivel mental, pero también físico porque jugó desde el cuarto set con unas molestias estomacales, a las que también supo sobreponerse para sobrevivir a un quinto parcial donde aprovechó los errores del norteamericano y su fortaleza con el saque para evitar que se repitiera lo del año pasado ante Stefanos Tsitsipas.
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A sus 35 años y tras otro parón de medio año sin jugar por lesión, el ganador de 20 ‘Grand Slams’ se encuentra ahora a dos partidos de hacer historia en el tenis masculino. De momento, jugará su semifinal número 36 en ‘grandes’, séptima en Melbourne, ante el ganador del Matteo Berrettini-Gael Monfils.
Fue muy duro hoy. Sinceramente, no me había entrenado para esto“, aseguró Nadal tras su victoria sobre el canadiense Shapovalov.
“Denis estaba jugando genial. Es muy talentoso, muy agresivo y estaba sirviendo enormemente. Es increíble estar en semifinales”, añadió.
El español comenzó el partido dominando, rompiendo el servicio a Shapovalov en los compases iniciales, y adjudicándose el primer set en 39 minutos.
Aunque le costó más trabajo, la ronda parecía resuelta cuando se llevó el segundo set al cabo de otra hora ante la desesperación de Shapovalov, verdugo en la anterior ronda del campeón olímpico Alexander Zverev, que se quejó varias veces al árbitro por el largo tiempo empleado por Nadal entre saque y saque.
En una discusión a distancia con el árbitro, Shapovalov le llegó a calificar de “corrupto” por no decir nada a Nadal por superar el tiempo entre los puntos.
El mallorquín, que tenía el servicio, se aproximó entonces a la red para preguntar a su rival en qué no estaba de acuerdo. Tras una breve explicación, el juego se retomó, sin grandes cambios.
Pero entonces, problemas estomacales del español y su imprecisión en el saque –11 dobles faltas en el partido– dieron vida al canadiense que, zurdo como Nadal, empezó a encadenar golpes ganadores para llevarse los siguientes dos sets.
Nadal, que hace apenas dos meses ni siquiera sabía si podría estar en Melbourne, se encuentra a solo dos victorias de obtener el récord de 21 Grand Slams y romper el triple empate con el suizo Roger Federer y el serbio Novak Djokovic.
“LAS REGLAS SON IGUALES PARA TODOS”
Rafa Nadal aseguró que estar en semifinales del Abierto de Australia es “un regalo de la vida”, sobre todo tras los contratiempos que superó en los últimos meses, y afirmó que el canadiense Denis Shapovalov “se equivoca” al pensar que tiene un trato de favor por parte de los jueces de silla.
“Hace dos meses no sabíamos si podríamos volver a estar en el circuito y aquí estoy. Para mí es un regalo de la vida que esté jugando al tenis otra vez”, declaró tras su victoria.
El balear solicitó un ‘toilet break’ tras sentirse indispuesto, algo que enervó al norteamericano, que llamó “corrupto” al juez de silla. “He tenido un golpe de calor en toda regla, se me ha cerrado el estómago, me sentía un poco mareado. No tenía buenas sensaciones corporales ni de respiración. Creo que estaba siendo mejor que él tenísticamente hablando”, apuntó.
Además, lamentó que Shapovalov considere que ha tenido un trato preferente. “Pienso que se equivoca. Es lógico que después de un partido así cada uno tenga sus frustraciones. Le tengo un gran cariño a Denis, es un buen chico y con talento para ganar varios ‘Grand Slams’. En ningún caso voy a entrar en una polémica. Creo que se equivoca; es joven, y cuando somos jóvenes todos cometemos errores y nos sentimos frustrados. Cuando pasen las horas se dará cuenta de que se ha equivocado. Las reglas en pista son iguales para todos“, apuntó.
Hay un supervisor, un juez de silla que aplica las normas. Los jueces de silla tienen cada vez menos margen para influir. Hay un cronómetro, tenemos un tiempo limitado para ir al baño, nos lo van cantando. Creo que no hay que darle más importancia, se dará cuenta de que se ha equivocado”, concluyó.