Ha llegado el momento de la verdad
PAl abrirse el proceso informal para la sucesión presidencial además de haberse soltado los demonios se dan momentos de definición no sólo de interesados en participar como candidatos, ya no como aspirantes; pero eso dependerá de la unidad de cada partido político.
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Es decir ha llegado el momento de la verdad, esa en donde el bloque opositor unido votará en contra de la reforma eléctrica, y se verá si es cierto que los priistas se mantendrán cohesionados con el PAN y el PRD o de plano se van a quitar el antifaz y plegarse a los designios del huésped principal de Palacio Nacional.
Ya que una cosa son las declaraciones en contra del gobierno de AMLO y otra, muy diferente, no avalar las iniciativas que conforman una agenda legislativa que busca, principalmente, darle un brinco al pasado para estatizar plenamente al sector energético, al tiempo de mantenerse en el poder más allá del 2024.
Cuando de emitir su voto se trata, vemos que los diputados federales del tricolor son contradictorios y farsantes, y cada vez más se manifiestan de esa manera ya que afirman ser parte del grupo opositor, pero en la realidad, hacen lo contrario.
Para ejemplificar los anterior, traeremos el caso del nombramiento del nuevo titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP, Pablo Gómez, en donde al momento de emitir la votación respectiva para aprobarlo o desecharlo, los legisladores del PAN y del PRD le negaron el aval, en cambio, los priistas le dieron luz verde al nombramiento.
La bancada del PAN voto en contra porque la propuesta es intransitable ya que la postulación no es la idónea. “Su nombramiento significa un debilitamiento de las instituciones”.
En sentido contrario, el PRI dio su voto de confianza ya que su bancada, dijeron, “no será obstáculo en los nombramientos del gobierno para que se puedan cumplir los ordenamientos legales”.
Este es el PRI que muestra dos caras, sin importarles aquellos que votaron por la coalición Va por México, conformada por PAN, PRI y PRD, se arrastra el PRI conforme las conveniencias del momento.
Para nadie es un secreto que Alejandro Moreno, líder nacional de ese partido, enfrenta una rebelión en la granja no solo por estar alineado con el presidente de México, sino por los desastrosos resultados obtenidos en los comicios del 6 de junio, en donde perdieron todas las gubernaturas que tenían en su poder y que estaban en juego, además de secuestrar las diputaciones plurinominales para la camarilla que tiene tomada la sede tricolor.
Durante la recién XXIII Asamblea Nacional del PRI, donde hubo muchas mesas temáticas y gran participación de la militancia priista que busca cambiarle la cara a su alma mater política, mediante una serie de mecanismos internos que garantice la elección de sus dirigencias a través de procesos democráticos.
Dice Alejandro moreno Presidente del PRI que “el PRI es un partido que se construye hacia dentro, con la militancia, estructura, carácter y orgullo, también con un partido moderno, tecnológico, digital con una visión de centro-izquierda, progresista, demócrata, que esté cerca de la gente, que sea una opción real para la sociedad”, empero, nada hay más alejado en la realidad que lo que está haciendo ese partido en estos momentos, sobre todo al traicionar a sus aliados políticos y en especial a la gente que votó por ellos, creyendo de que realmente iban a conformar un bloque opositor que se significara como un auténtico contrapeso al Poder Ejecutivo.
Ante las elecciones del próximo año, en las que estarán en juego seis gubernaturas, de las cuales, el PRI gobierna todavía en dos, Oaxaca e Hidalgo, Alejandro Moreno precisó que el PRI está trabajando fuerte para tener una buena participación; “Estamos construyendo los temas de la coalición y vamos a tener buenos resultados”.
Este optimismo desbordante contrasta con los datos duro; el PRI perderá esos dos estados sin lugar a dudas y no solo por la molestia que prevalece entre los moradores de esas entidades contra ellos, sino porque los gobernadores priistas, Omar Fayad y Alejandro Murat juegan en otra cancha.
No hay forma de que el próximo año, los priistas tengan buenos resultados electorales, sin embargo, en el cuartel de Insurgentes, dicen lo contrario.
El PRI no es confiable para mantenerse en el bloque opositor cuando se presente la reforma eléctrica, ni tampoco con la ciudadanía que se ha visto traicionada por la postura bipolar que tienen sus legisladores a la hora de votar los temas relevantes para México.
Los días del PRI están contados como fuerza política nacional y después del 2024 tendrá registro solo en algunos estados del país.